Borrar
Ibarrola
Un simple giro del destino

Un simple giro del destino

«Una cotidianidad áspera, en la que no suena el teléfono ni llegan las invitaciones a los actos en los que antes eran imprescindibles. Un día a día en el que ya no les hace falta la corbata ni sacar del armario sus caros e impolutos trajes confeccionados a medida»

Antonio San José

Valladolid

Jueves, 27 de junio 2019, 07:17

Los hemos conocido en mejores momentos, en realidad, en todo su esplendor. Triunfadores inmarcesibles, personajes imprescindibles que creyeron ser, como el Sherman McCoy de 'La hoguera de las vanidades', másters del Universo. Frecuentaron los más exquisitos restaurantes, los locales de moda que los cursis definen ... como 'places to be', y caminaban orgullosos de su posición hasta el coche de alta gama que definía su estatus social. Ostentaban poder, mucho poder, porque de ellos dependían planes económicos, nombramientos, ascensos y futuros personales. Por eso eran también temidos, una decisión salida de sus bocas, podía enviar al averno a cualquiera de los diferentes miembros de su entorno, y cuando tocaba sacarles un billete de ida hacia el ostracismo, no se cortaban, ni sentían el remordimiento de dejar a un profesional en la calle, por muy cabeza de familia que fuera. «Gajes del oficio», decían, y a otra cosa.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla Un simple giro del destino