Que siga el circo

Había una vez un circo. Eso ya lo sabíamos. Lo que a lo mejor no sabíamos es que el circo tenía cimientos de sangre. Es lo que tiene venderse como prostitutas al mejor postor y hacer del dinero el único credo. Resulta muy triste que ... algo tan poderoso como el fútbol, que podría unir a los países y mejorar los derechos de los hombres, esté dirigido por algunos de los mayores mafiosos del planeta. Como el tal Infantino, capo de la FIFA. No contento con haber llevado el Mundial a un país en el que se encarcela y asesina a personas LGTBI, en el que las mujeres son propiedad del marido y ni la violación ni la violencia contra ellas son delito, en el que han muerto casi siete mil trabajadores construyendo los estadios en unas condiciones cercanas a la esclavitud, no contento con todo ello se permite dar lecciones de dignidad y llamar hipócritas a los que denuncian lo que está pasando.