Acaba de entrar para su debate en la Asamblea Nacional francesa un proyecto de ley de la Defensa de los principios republicanos, más conocido como ley contra los separatismos. El término separatismo copiado del léxico español está cada vez más presente en la política de ... nuestros vecinos pero no alude tanto a asuntos territoriales, que también, como ideológicos/religiosos. En su discurso de octubre de 2019 en la presentación del proyecto de ley Emanuel Macron explicó el alcance de este fenómeno. «En determinados lugares de nuestra República se ha instalado el separatismo, es decir, la voluntad de no vivir juntos, de no pertenecer a la República, en nombre de argumentos culturales o religiosos».
Publicidad
La preocupación en Francia por la consolidación en su seno de una comunidad islamista paralela, que vive ajena a las leyes estatales en materia de educación, derechos, igualdad, familia, ha alcanzado su cénit. Macron en su discurso en el Panteón por el 150 aniversario de la República fue claro: «La República indivisible no admitirá ninguna aventura separatista». Pero a raíz del examen por los diputados de la Asamblea de una de las leyes que se considera de las más importantes del quinquenato, el portavoz de La República en Marcha afirmó que está destinada «a curar a un país enfermo de separatismos, el primero de ellos el islamista que gangrena nuestra unidad nacional».
El partido de centro derecha del presidente Macron ha decidido enfrentarse al desafío lanzado por el islamismo a la República sin olvidar que la misma ley puede concernir a otras formas de separatismo nacionalista como el corso. La medicina propuesta para curar al país enfermo establecerá rígidos controles sobre la financiación de determinadas asociaciones, su uso delictivo de las redes sociales, la educación, el adoctrinamiento. No se trata de combatir el 'comunitarismo' porque el separatismo además de blindar su propia comunidad dentro del Estado con elementos identitarios o ideológicos, se coloca al margen de las leyes comunes.
La gangrena de los separatismos es un fenómeno cada vez más extendido en Europa y especialmente en España y Francia. Nuestros vecinos han decidido enfrentarse a la construcción de una contrasociedad en su seno que argumenta que sus propias leyes están por encima de las de la República. En España, la campaña de las elecciones en Cataluña está dejando muestras evidentes de que el fenómeno separatista no se plantea cejar en su desafío al Estado. Más bien, como dijo Jordi Cuixart, apela a que solo cuando sus acólitos estén dispuestos a vulnerar la ley e ir a prisión, se podrán alcanzar los últimos objetivos de la separación catalana.
Publicidad
Noticia Relacionada
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.