![El señorito viene a casa](https://s1.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/201912/02/media/cortadas/calvo-kE4D-U908482933525s-624x385@El%20Norte.jpg)
El señorito viene a casa
Rincón por rincón ·
Egea llegó a olvidar que en Castilla y León, y en León, sus presidentes (guste o no guste) son el reflejo de la voluntad de los afiliados y que son ellos quienes deben tomar decisionesSecciones
Servicios
Destacamos
Rincón por rincón ·
Egea llegó a olvidar que en Castilla y León, y en León, sus presidentes (guste o no guste) son el reflejo de la voluntad de los afiliados y que son ellos quienes deben tomar decisiones«Vamos a llevarnos bien, porque si no aquí va a haber hondonadas de hostias». La épica frase se corresponde con una escena inolvidable de Manuel Manquilla (Pazos) en la tremenda película de 'Airbag'.
Es una frase de cine, ciertamente, que sin embargo, y tras ... los últimos acontecimientos en la política local, encajaría perfectamente en una conversación entre la dirección autonómica del Partido Popular y la dirección nacional.
Entre ambos núcleos de poder político hay algún tornillo suelto. Desajustado, más bien. No es normal que en una dirección nacional un tornillo se pase de rosca, pero curiosamente ha sucedido.
Quizá por eso el encaje resulte tan complicado. El desajuste viene de no tan lejos, de los tiempos en los que sin encomendarse ni a dios ni al diablo apareció impoluta por la provincia de León la figura de Teodoro García Egea.
Su presencia tuvo cierto olor a naftalina, a tiempo pasado, cuando el señorito aparecía por el pueblo imponiendo su criterio, desautorizando a los lugareños y dejando ver una engañosa sonrisa que se podía resumir en tres palabras: «Aquí estoy yo». Egea enmudeció la escena local al mismo tiempo que hacía un triple salto mortal: minimizaba al presidente popular en la provincia, colaba por la gatera a su buen amigo José Miguel González ('Rancheritas', según sus propios compañeros de partido) como secretario general y abría el paso a los conocidos 'anticarrasquistas'.
Típica jugada de quien no respeta algo tan simple en su propio partido como que las bases eligen a los presidentes y los presidentes (provinciales autonómicos o nacionales) son los que marcan el sendero a seguir.
Lástima que aquella cabriola política terminara de modo histriónico, con el mentor intentando tapar las vergüenzas de un protegido metido en una realidad paralela, envuelto por una nube de mentiras y desautorizado políticamente por su falso título de licenciado en Derecho.
No contento con la escena, Egea decidió entonces dar un paso al frente. («Qué vicio tienes, criatura», como también se diría en 'Airbag'). Y lo hizo intentando imponer a David Fernández Menéndez como nuevo secretario general del partido en León, y todo hablando por boca del presidente provincial de los populares e ignorando por completo a la dirección autonómica de un desconcertado y perplejo PP de Castilla y León.
Es lo que tienen los señoritos cuando salen de Génova, que se creen los dueños de la calle y de quienes caminan por ella. La imposición no solo fue un error estratégico monumental, sino que llenó de razón a Alfonso Fernández Mañueco y a Juan Martínez Majo en su idea de que una parte de la dirección nacional tomaba decisiones sin ton ni son mientras hacía la digestión tras merendarse los estatutos del partido.
A Egea, pretencioso y risueño, le pudo la víscera y el nervio. Tanto fue así que llegó a olvidar que en Castilla y León, y en León, sus presidentes (guste o no guste) son el reflejo de la voluntad de los afiliados y que son ellos quienes deben tomar decisiones (acertadas o no) a sabiendas de que precisamente para eso fueron elegidos y por ello deberán rendir responsabilidades en sus congresos.
No recordar ese principio –quizá por el desajuste de los tornillos– es, simplemente, creer que Madrid es la capital del reino y el resto un sometido pueblín al que le toca obedecer quiera o no quiera.
Y así están las cosas como están, con el PP intentando hacer encaje de bolillos para que la fiesta no acabe en un tiroteo a plena luz del día... «Vamos a llevarnos bien, porque si no aquí va a haber hondonadas de hostias»... ¿Quién dijo esa frase?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.