Selección natural

A un amigo ingeniero lo citaron, tras superar una entrevista de trabajo, para hacer una «prueba técnica», que consistió en explicarle a un extraterrestre cómo elaborar un delicioso pan tumaca. En inglés, eso sí, que por lo visto es el idioma oficial en todas las galaxias del universo. La historia me hizo pensar en Carmen Balcells, que antes de fichar a un autor iba a que le echasen las cartas: desde luego, esa pitonisa tenía un olfato literario exquisito. Dado que nos cuesta asumir que la historia de nuestra especie esté mediada por la arbitrariedad, terminamos por disfrazar de ciencia el azar.

La realidad es más prosaica: casi todo funciona al tuntún. Pérez Reverte dijo hace poco que, como los candidatos a presidir una hipotética república son nefastos, la ausencia de criterios selectivos no le parece mal. Entiendo por dónde va, pero en cualquier caso, y sólo por confirmar su valía, podríamos preguntarle al Borbón cómo le explicaría a un marciano la receta del torrezno de Soria. Aunque seguro que lo del pan tumaca lo cuenta mejor Rufián.