Hoy, tras dos duros años de pandemia en el que los profesionales sanitarios han estado al límite, se han enfrentado a lo más duro de la crisis con miles de contagios, cuarentenas, y jornadas sin descanso, conviviendo a diario con la soledad y la muerte, ... con 125 compañeros caídos por cuidar de los demás, volvemos a registrar cifras alarmantes de agresiones a médicos y médicas en nuestro país. Algo que nuestra profesión no puede comprender pues la sociedad ha pasado fácilmente de los aplausos a las agresiones. Ni héroes, ni villanos, profesionales sanitarios al servicio de los ciudadanos.
Desde el Observatorio Contra las Agresiones del Consejo General de Médicos hemos elaborado y presentado el informe de 2021, un año especial que ha seguido marcado por la pandemia pero que nos vuelve a dibujar una terrible realidad, la de cientos de agresiones, verbales y físicas, que siguen produciéndose en las consultas, centros de primaria y centros hospitalarios y que, no solo no han descendido, sino que han aumentado en un porcentaje relevante.
A pesar de la contundencia de los datos, detrás de esas cifras están nuestros compañeros, profesionales que acuden a los 52 Colegios de Médicos para denunciar en primera persona cómo les han grabado con cámaras ocultas para luego amenazarles y atentar contra su honor en las redes sociales, todo ello bajo la influencia del negacionismo; o cómo reciben insultos y gritos en una consulta por seguir criterios científicos que es para lo que se ha preparado media vida. Pero a pesar de haberse reducido las consultas presenciales a causa de la pandemia, siguen existiendo casos terribles de médicos y médicas que tras horas de guardia en las saturadas urgencias de nuestro país siguen siendo agredidos. En cualquier Colegio de Médicos podemos encontrar testimonios y casos así.
Una sociedad sana, en el más amplio sentido de la palabra, no puede permitir que este tipo de acciones se produzcan en los lugares que están destinados al cuidado de las personas. En un momento tan trascendental y donde la salud mental se ha convertido en uno de los grandes retos a afrontar debemos alzar la voz para proteger la de aquellos que se dedican a cuidar, porque si no cuidamos a los cuidadores nuestro Sistema Nacional de Salud se debilitará aún más y perderá parte de su más que reconocida eficiencia.
El ejercicio de las profesiones sanitarias tiene un fuerte componente de servicio; por ello, la irrupción de la violencia en el escenario sanitario, en cualquiera de sus manifestaciones, agresiones físicas, insultos y amenazas son una lacra de indudable repercusión social que afecta a la actividad sanitaria, altera la relación médico-paciente, y afecta a la salud del personal agredido disminuyendo la calidad asistencial que reciben los propios pacientes.
Nuestro Observatorio contra las Agresiones comenzó a recoger datos en 2010, y hasta el 2021 hemos registrado 5.649 agresiones comunicadas a los Colegios Oficiales de Médicos. Sabemos que éstas son solo la punta de un enorme iceberg que debemos descubrir entre todos, concienciando a los profesionales sanitarios para que las comuniquen, y de esta forma llegar a conocer la realidad de este problema. Conociendo la dimensión del mismo podremos establecer conjuntamente con las administraciones las medidas necesarias de educación y concienciación y poder acabar con esta lacra, que afecta negativamente al Sistema Nacional de Salud.
Desde el Observatorio del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos hemos dado importantes pasos para combatir esta violencia. Hemos logrado que las agresiones a sanitarios se consideren delito de atentado contra la autoridad, y la creación de la figura del Interlocutor Policial Sanitario Nacional, con quien colaboramos, promoviendo formación específica con el 'Curso de prevención contra las agresiones a los profesionales sanitarios', y desde nuestra Fundación para la Protección Social ofrecemos protección jurídica a los médicos que sufren cualquier tipo de agresión.
A tenor del aumento registrado este segundo año de pandemia, en que las cifras vuelven a situarse en niveles similares a los del año 2019, desde la profesión médica seguimos insistiendo en que se desarrolle un Plan Nacional contra las Agresiones a los Médicos y profesionales sanitarios en el que participen todos los agentes implicados para promover una sanidad sin violencia.
En definitiva, construyamos un Sistema Nacional de Salud que cuide de todos, y todos saldremos más fuertes si comenzamos respetando y cuidando a los profesionales sanitarios. «Cuida a quien nos cuida».
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.