Sánchez y los tres espíritus

Al presidente del Gobierno la pasada Nochebuena se le aparecieron tres espíritus: Filomena, la Pandemia y la Inflación. En diciembre la economía se había enfriado y Papá Noel había dejado un paquete anticrisis de regalo a los españoles de parte del Consejo de Ministros con ... un cheque de 200 euros, una reducción de IVA y una prórroga de rebaja de impuestos energéticos. En el lóbrego cuchitril contiguo al despacho de prestamistas de Scrooge & Marley –Scrooge nunca suprimió del rótulo comercial el nombre del viejo Marley– hacían las cuentas las escribientes Yolanda, Nadia y María Jesús, embozadas en sus respectivas bufandas de marca, y el tiempo era frío, áspero, destemplado y, además, brumoso.«Digamos, para comenzar, que Marley estaba muerto, De eso no hay duda». Efectivamente, su socio minoritario de Podemos llevaba más de un año políticamente difunto, cuando a Sánchez le visitaron dos representantes de ONG para recordarle que la Ley de Pobres de 1834, aprobada por el Consejo, apenas proporcionaba consuelo cristiano a las almas ni a los cuerpos de las gentes: «algunos de nosotros estamos intentando recaudar fondos para comprar a los pobres alimentos, bebidas y medios para calentarse», prosiguió el caballero.