Sr. y Sra. Sánchez

En la película, la pareja de Hollywood interpretaba a un matrimonio con el oficio de asesinos a sueldo y enfrentados entre sí y en la vida real también estuvieron casados e igualmente se pelearon, parece que con más intensidad después de separarse. Nuestra pareja, los Sánchez, están a sueldo pero para matarnos de desesperación a quienes les pagamos gustosamente obligados. Ellos no tienen un enfrentamiento, porque no están en el mismo plano, que él manda y ella obedece; que él camina delante y ella unos pasos atrás, como en cierta cultura y religión que no me atrevo a nombrar al no haber nacido con madera de héroe.

Sr. y Sra. Sánchez no se van a divorciar como los Pitt, que lo que ha unido la política que no lo separen los camioneros. Y si tienen problemas de convivencia o a alguno de los dos se le ocurre iniciar una huelga de ahora no te hablo, siempre les queda reunirse con el tendero de la esquina, que para que van a intentar hablar entre ellos cuando es mejor contárselo a un tercero. Así lo han hecho con el conflicto del transporte, que elijo el interlocutor que me gusta y me quito de malos ratos con peligrosos huelguistas. Sr. y Sra. Sánchez son así, gente que coge el toro por los cuernos y el camión por el volante.