Los sambenitos de Vox

El primer sambenito con el que llega Vox a este Gobierno regional es el de la falta de cuadros y la preparación de éstos. Se dijo desde el principio que Vox no tiene gente preparada; y el PP lo difundió hasta en las puertas de las iglesias. Y pese a los tuits de García-Gallardo en los que se ufana de que ha tenido problemas para decidir, dada la cantidad de gente de que dispone, este mes de tardanza hace sospechar lo contrario. De lo que se trata es de distinguir 'gente preparada' de 'gente dispuesta'. Dispuestos a ocupar cargos con Vox en la Junta hay cola y da dos vueltas a las Cortes; pero preparados no parece que tengan en exceso. Y he ahí otra de las claves de este tiempo de vigilia: Vox carece de simpatías en puestos administrativos clave y en cuadros profesionales de la función pública, que sí tenía Ciudadanos.

Otro sambenito surge a raíz del rifirrafe que mantuvieron en Twitter hace días Francisco Igea, el exconsejero de todo lo de Ciudadanos en la Junta menos Cultura, porque no llegaba, y el futuro vicepresidente regional. ¿Cómo es que García-Gallardo se mete en broncas con alguien como su antecesor, que ha quedado relegado al ostracismo, muy bien pagado, eso sí, en el grupo Mixto de las Cortes pese al recorte de las asignaciones? Se llama bisoñez, el otro gran sambenito con el que Vox entra en la Junta. Mira que perder el tiempo con quien lo fue todo en política, que ahora ve a su derecha a un procurador de Por Ávila, Pedro Pascual, y a su izquierda a un procurador de Podemos, Pablo Fernández... ¿Le merece la pena a García-Gallardo? Es incomprensible que caiga en esas trampas tuiteras quien va a ser el número 2 de la Junta. Si a eso añadimos su falta de cintura en las pocas ruedas de prensa que ha concedido y que las funciones que ha conseguido para la Vicepresidencia son parcas, por ser educado... Por ejemplo, esa de «la representación institucional de las relaciones de los órganos de la administración de la comunidad con el Consejo Consultivo de Castilla y León y el Procurador del Común, así como con las fundaciones, asociaciones y colegios profesionales». Como trabajo no parece complicado y como relevante políticamente hay presidentes de teleclubs de pueblo y de asociaciones de tercera edad con más carga de responsabilidad.

Pero mientras se habla de esto, los que ganan son el PP y Mañueco; tienen lo suyo, pero disimulan. Este aparece en todos los análisis, junto al murciano López Miras, como un barón que pinta poco en la nueva dirección de Alberto Núñez Feijóo. Un Mañueco que va a tener que soportar en el partido la larga sombra de Juan Vicente Herrera con su amigo gallego. Porque, ¿no son de Herrera Pilar del Olmo y Antonio Silván, que han sido elevados al comité ejecutivo nacional del PP?

Se apresuró Mañueco a decir que eso no tiene que ver con la candidatura de Pilar del Olmo a la Alcaldía de Valladolid. Imposible escucharle y no acordarse de George Lakoff y su 'No pienses en un elefante'. ¡Ah! ¿Pero es posible la candidatura de Pilar del Olmo a alcaldesa de Valladolid en 2023? Pues por la negación de Mañueco, como que tuviera pinta de que hubiera posibilidad. Y, aunque ella no quisiera, por enredar contra Mañueco no va a faltar por parte de los que quedan de Herrera.