¡Sálvese quien pueda!

Mañueco y su partido tienen los cinco sentidos en Andalucía. Se juegan muchísimo. Sobre todo, después de que el entorno presidencial se haya encargado en las últimas semanas de extender la idea de que si tiene que volver a adelantar las autonómicas en 2023, para volver a hacerlas coincidir con las de otras 12 comunidades, lo hará. Suena eso más a advertencia a Vox que a deseos reales del presidente. Habiendo ganado, por la mínima, pero ganado, arriesgarse a volver a adelantar otra vez poco más de un año después de haberlo hecho ya, suena un poquito increíble.

Pero, claro, no será porque Vox no le da argumentos. Los de Juan García-Gallardo, esta semana más 'gallardo' que 'garcía', han hecho una demostración de fuerza en Castilla y León que ha dejado al PP tan descolocado como temeroso ante lo que es el gobierno regional de coalición: de sobresalto en sobresalto hasta que las urnas decidan de nuevo. El anuncio del recorte de 20 millones de euros (el 50%) en las ayudas a la patronal y los sindicatos en el Diálogo Social, anunciado por el vicepresidente y el consejero de industria, 'cazacomunistas' Veganzones, ha dejado boquiabiertos a sus socios del PP, ha soliviantado (¡como para no hacerlo!) a los agentes económicos y sociales y ha puesto sobre aviso al resto de colectivos y administrados.

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Primero, Vox le ha tomado la medida al PP y ha puesto en un brete la autoridad del presidente, quien cada vez más desasistido en el plano de la Comunicación institucional y social (Vox en esto le da sopas con honda al PP), se las ha visto y deseado para mal hilvanar una explicación, además de demorar, a lo Rajoy, un encuentro con los afectados. Los balbuceos del consejero económico Carlos Fernández Carriedo para responder a la prensa sobre esta polémica le otorgan un suspenso como portavoz.

Segundo, los afectados están muy descolocados. Tres días, tres, tardó en redactar un comunicado la patronal que encabeza con aires de desgaste Santiago Aparicio y cuatro días, cuatro, han tardado Vicente Andrés (CC OO) y Faustino Temprano (UGT) en montar una rueda de prensa. ¿No tenían argumentos para haber salido antes y no pegados a la jornada electoral andaluza? Con lo que criticaron a los de Abascal diciendo que hacían campaña con ese recorte... Vox, feliz: esas tardanzas han dejado el poso (falso, claro) de que patronal y sindicatos reciben decenas de millones para, como dijo García-Gallardo, estar apesebrados.

Y tercero, Vox ha lanzado un aviso a la sociedad. Las siguientes en perder subvenciones van a ser las organizaciones agrarias: Gerardo Dueñas ya lo ha advertido. Y que se preparen los colectivos del ámbito cultural, patrimonial, turístico y deportivo: Gonzalo Santonja no ha hablado aún de recortes, pero como 'cazacomunistas' Veganzones se meta en ese área... ¡Sálvese quien pueda!

Mientras, el PSOE y Luis Tudanca, tan temerosos como Mañueco y el PP, o más, por lo que pase en Andalucía. Un mal resultado de la izquierda allí dejará aquí a los perdedores del 13-F más atornillados al escaño de lo que ya lo están.