Después de dos años de ausencia, escasa participación en las manifestaciones del Primero de Mayo. En Madrid, apenas 10.000, con los secretarios generales de CC OO y UGT a la cabeza y el aliento de la ministra de Trabajo soplándoles las orejas. Maridaje perfecto. ... Pocos que irán a menos. Arrancada de caballo y parada de burro, UGT y CC OO cabalgan siempre el interés político y dejan la realidad laboral para el 30 de febrero. Con el PP se muestran más activos, porque, por aquello de los complejines de la derecha, mantienen e incluso incrementan con ella las regalías del PSOE y pueden tener una actitud crítica y una presencia en la calle que con los gobiernos de izquierda se difumina casi hasta la desaparición. ¿Dónde están los sindicatos? De vez en cuando se ve el careto a sus secretarios generales, firmando esto o aquello, en actos institucionales, saliendo de algún ministerio o en fotos con la patronal, pero están desaparecidos y su acción reivindicativa se ha estrechado tanto que se parecen mucho a los sindicatos verticales del franquismo, aunque hoy lo son del sanchismo. ¿Dónde están? Quién sabe dónde.
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Sube la luz y el petróleo, suben los precios de los alimentos básicos, los salarios se achican con una inflación que lleva camino de la estanflación, la odiada Reforma Laboral de Rajoy, principio y fin de todos los males, se ha solventado con un poco de carmín para los labios, pero el bálsamo de la quietud sindical deja la foto fija de una paz laboral inédita en Europa, porque retienen y retrasan movilizaciones que solo plantean contra las empresas. O contra el viento. Al Gobierno no le tocan ni con una pluma de colibrí, bendicen sus presupuestos, sus reformas de pitiminí y están al loro de las indicaciones que emanan del Consejo de Ministros.
Sobre el papel siguen siendo sindicatos de clase, pero de clase gubernamental. Con una afiliación testimonial, las prebendas crecen exponencialmente y se permiten mantener un ejército de liberados, para llevar la pancarta. ¿No se han movilizado todavía contra el picudo rojo de las palmeras? Es que si es rojo…
¿Dónde están los sindicatos? Lo sabremos cuando el sanchismo les suelte el ronzal o gobierne otro partido. Mientras tanto y para tener engrasados los cojinetes, se movilizan contra las empresas energéticas y, qué graciosos, contra un fantasma como es 'el alza de los precios'. ¿Quién es, dónde vive 'el alza de los precios'? Debe estar temblando de miedo. Acariciando el lomo del Gobierno, incluso se posicionaron contra la huelga del transporte que paralizó a España. Nada que ver con sus homólogos de la UE, británicos, franceses, italianos, belgas, portugueses… que saben que en los gobiernos están las dianas para sus reivindicaciones.
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España lidera el índice de miseria de la OCDE, pero la sordina sindical apaga una realidad que se ve mejor desde fuera que dentro. Aquí todo iría bien si no fuera por Putin y su p… guerra. Antes de la guerra éramos el paraíso y llovía café en el campo. Aun así, y a pesar de la guerra, el mayor de nuestros problemas es el gusano Pegasus, que se ha instalado oportunamente en el móvil de Pedro Sánchez. ¿Pocos manifestantes? Pronto no se manifestará ni el ejército de liberados. ¡Qué suerte tiene el Gobierno, que solo tiene enemigos en el Gobierno!
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