El tudanquismo busca curro

Cuando un político cae en desgracia, la agencia de colocación propia les busca un cargo acorde al estatus que el desgraciado anhela mantener, eludiendo la incapacidad del aspirante. Pero eso se produce si el viento sopla de cola. Hoy al PSOE el aire le viene de costado, y así no hay dios que gobierne una nave. Aun así, el partido suele cuidar de su aristocracia, porque esa vida es cíclica.

Luis Tudanca y Ana Sánchez temen perder coche, sueldo, regalías y una calongía en donde disfrutar del besamanos. Abrazaron vivir de la política desde el principio de los tiempos jibarizando a sus agrupaciones locales, y ahora esa apuesta es el abrazo del oso; de ahí que muerdan, arañen o maten, en sentido figurado o no. Los 'ladridos' tempestuosos de Ana Sánchez buscan una golosina canina; y la inconsistencia antes sumisa de Tudanca, una sacristía purpurada. De ahí que ambos se rebelen contra la central de compras de Ferraz.

Sí, Tudanca ganó unas elecciones a la adormidera que rezuma Mañueco, ¿y?. Pero quizá debió cambiar de sector. Es solo que no sabes a qué puerta llamar para sufrir un 'casting'. Te preguntan: ¿de profesión? Si respondes «mis labores», estás muerto.