Uno debe cuidarse de las amistades que cosecha a lo largo de la vida. Sin sacrificar la conexión que pueda brindarte quien acabas de conocer, es recomendable ahondar en la familia que arrastra para evitar saqueos inmisericordes. Miembros que la conforman, edades de la prole, ... no sé. Dejar claras las líneas rojas que no querrás cruzar sin que se resientan los afectos. En ese punto, se está a tiempo de no implicarse demasiado y quizá tomar tan solo cafés espaciados en el tiempo. Huir de gente nueva con hijos es invertir en ti.

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Agosto es un mes tan especial que hasta la justicia cierra. Quizá te lo impongan como vacaciones, pero aun siendo desaconsejable para relajarte, en el buzón late algo peor. Sale más a cuenta toparte con una carta en la que Hacienda te recuerde que no incluiste esto o lo otro que otra con una tarjeta nupcial. Dice que… la parte contratante de ambas partes te 'invitan' a la boda de sus retoños. Es decir, las familias portadoras de los cromosomas Xjeta e Yjeta tuvieron la osadía de minar tu felicidad y, sobre todo, tu cartera. Un atraco echa a andar.

Decir 'No' cuesta, debido al lastre costumbrista que arrastra todo quisque. Pero quienes aún exhiben cierta soberanía deben decidir, y pronto. ¿Aceptas que un dron sobrevuele tu cabeza en el interior de una ermita, y en qué estaba pensando Dios por permitirlo? ¿Bajaste la guardia soltando pasta por jirones de corbata o de gayumbos sin denominación de origen? ¿La música de cámara proviene más bien de una serrería? ¿Financias de buen grado una luna de hiel de ensueño por haber sido convocado y asaltado, que no invitado? ¿Y quién te resarce de la pérdida de las vacaciones que esperabas como el maná y que se truncaron por tragarte una perorata meliflua difícil de cumplir? Y si finalmente los tortolitos se divorcian, ¿te devuelven el dinero?

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