Desde hace cien años, el autor de 'Cañas y barro' no ha sido superado por nadie en sus descripciones de la idiosincrasia levantina. El libro que les recomiendo contiene reveladoras descripciones de la política local. Sus párrafos vienen al caso ahora, con el poder instructivo de la mejor literatura cuando describe el trabajo en el Congreso del Diputado, que se dormía y al desperezarse preguntaba al compañero si votaba sí o no. El mismo que defendía con vehemencia la necesidad de obras para prevenir las riadas, inversiones que no llegaban nunca a su circunscripción, pero mantenían engañada a la gente que le votaba en el pueblo, igual que habían elegido antes a los caciques de siempre.
Estos personajes nunca cumplían sus promesas, ni tenían la más mínima consideración por los sentimientos de la gente. Tras escuchar esta semana la perorata de Mazón, queda claro que los responsables del Gobierno valenciano no se plantean recapacitar sobre sus decisiones: el craso error de no reclamar la declaración de emergencia nacional, su incapacidad escandalosa para enviar las debidas alertas, la pasmosa falta de reacción en momentos tan terribles. En vez de disimular, uno tras otro debieran dimitir, pedir perdón y esperar las previsibles exigencias de responsabilidades penales por las muertes, los daños y el sufrimiento de tantas personas.
Otros gobiernos anteriores y autoridades estatales también han de prepararse para rendir cuentas, a la vista de los detalles sobre aquello que se pudo hacer para reducir la catástrofe y no se hizo. Una rápida lectura de los planes de gestión de los riesgos de inundación y las memorias de la Confederación Hidrográfica del Júcar apuntan la incompatibilidad de la Ley de la Huerta de Valencia (aprobada en 2018) con las obras necesarias en el barranco del Poyo. La protección del paisaje de naranjos impedía adoptar las debidas precauciones para evitar lo que ocurre periódicamente con la gota fría, la DANA, la avenida, la crecida, el desbordamiento, la inundación, la riada, el Torrent, todos los nombres del desastre que el mal gobierno empeoró.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.