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Nicolás Maduro. Reuters
Opinión

Los amigos del Dictador Maduro

«Si no reconocen la victoria de la oposición, López Obrador, Lula da Silva y Petro pasarán a la posteridad como palmeros de su amigo, el que encarcela a quienes reclaman transparencia y libertad»

Ricardo Rivero Ortega. Catedrático de Derecho Administrativo de la Universidad de Salamanca

Domingo, 25 de agosto 2024, 08:38

El fraude electoral en Venezuela es un hecho notorio ante la falta de aportación de las actas por parte de Nicolás Maduro, personaje ensoberbecido tras más de una década de abusos contra la oposición y las libertades. Tales excesos no parecen preocupar a cierta ... izquierda radical que prefiere al Dictador en Caracas antes que gobiernos liberales de derechas como el de Argentina, que hasta ahora no ha encarcelado opositores ni robado elecciones. Al menos por eso, todas las diatribas contra el León (Milei) debieran dirigirse hacia Súper Bigote.

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No sucederá así, porque la hipocresía impera. La falta de condena con el proceder antidemocrático me recuerda la frase que Sergio Ramírez duda que dijera Franklin Delano Roosevelt sobre Somoza, el tirano nicaragüense: «Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta». Realidad o mito, tales expresiones demuestran pragmatismo sin escrúpulos, aunque en el caso venezolano quizás podrían obedecer al conocimiento de las ventajas económicas de rendir pleitesía a Maduro. Aun con sus raíces populistas, mucho más ponderado e inteligente parece el presidente de Chile, Gabriel Boric, anticipando los resultados de esta crisis para desmarcarse bien temprano.

Asaz arriesgado e incluso suicida cerrar filas desde la izquierda con el heredero de Hugo Chávez, aunque seguro que la extrema derecha se frotará las manos ante esta posibilidad. La vergonzante complicidad de sedicientes líderes progresistas iberoamericanos con el dictador podría llevar a todos al desastre. Si no reconocen la victoria de la oposición, López Obrador, Lula da Silva y Petro pasarán a la posteridad como palmeros de su amigo, el que encarcela a quienes reclaman transparencia y libertad.

En España, la trayectoria del ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero también llama sobremanera la atención. Acaso podría pensarse que intenta convertir al sátrapa venezolano por debajo, pero su silencio se interpretará como conformidad con lo que está sucediendo si no ofrece explicaciones. Y esta es la lectura menos sesgada de su actitud, a falta de pruebas de lucro o intereses patrimoniales.

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La historia retratará a quien no se oponga a lo que sucede en Venezuela. La gente no quiere verse en la tesitura bolivariana, con fraudes electorales, encarcelamientos masivos y torturas de opositores. Los jóvenes quieren oportunidades vitales; por eso millones han huido a otros países. Así como los alemanes del este arriesgaban su vida para saltar al otro lado del muro de Berlín, los venezolanos se juegan la piel huyendo de Maduro. Esto no sucede en países democráticos que protegen las libertades y ofrecen márgenes para la iniciativa privada, el programa político que ha ganado las elecciones.

En mi opinión, el pucherazo de Maduro en Venezuela se llevará por delante la reputación de varios gobiernos de izquierdas en Iberoamérica, además de acabar con la credibilidad de quienes no se posicionen claramente contra este abuso. No tengo una bola de cristal, pero apostaría por ello en un hipotético 'mercado de futuros' político. Colombia votará en contra de la continuidad del proyecto de Petro, Brasil girará hacia la derecha y la única duda es si ganarán partidos de centro o triunfarán los extremos.

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Aquí, en España, enarbolar la bandera de la libertad en Venezuela traerá buenos réditos políticos a los partidos en el centro y la derecha del arco político. Sus analistas saben que no estamos sólo ante una cuestión de valores, porque también se pone en peligro la paz y la seguridad en la región. Un nuevo éxodo de millones de personas generará tensiones sociales que pueden terminar en reacciones autoritarias. Colombia por supuesto en primera línea, pero otros países no fronterizos también serán afectados. Por eso Boric, en Chile, se ha desmarcado tan pronto. Hay cerca de medio millón de venezolanos allí, y muchos más en Colombia, así que Petro se expone a un gran riesgo.

Para comprender la genética de esta historia es recomendable la obra de Francisco Herrera Luque, Doctor en psiquiatría por la Universidad de Salamanca, quien escribió una tesis sobre el origen histórico de las enfermedades mentales en Venezuela. Su libro Los viajeros de indias inicia una serie de fantásticas novelas que incluye 'El vuelo del alcatraz', libro dedicado a los últimos días de Bolívar, cuando comprendió los errores, las traiciones, el resultado de los excesos y la renuncia a los ideales. Tantos otros lúcidos intelectuales venezolanos han mostrado la capacidad de revelar lo mejor y lo peor de su país. Desde Arturo Uslar Pietri a Rafael Cadenas, quien sufrió cárcel y destierro por sus ideas de izquierdas y ha censurado el régimen actual. Con casi cien años, demuestra desde mi punto de vista mucha más lucidez y coherencia que todos los amigos del Dictador Maduro juntos.

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