La Ricarda y el abrazo del oso

Nunca están contentos. Ni son conscientes de que en la única batalla en la que el Gobierno está dispuesto a todo es en la del precio de la luz. La luz de los catalanes y la de todos los españoles. Eso es lo que ocurre cuando se anteponen las transiciones ecológicas al mínimo común denominador de la energía nacional. ¿Quién fue el último que habló de la necesidad vital de un plan energético para España? No se sabe.

Quienes están tan pendientes del duelo entre la Ricarda y el Prat, tampoco quieren darse cuenta de que en estos días tanto como por el desbarajuste del precio de la luz el Gobierno de Sánchez-ya-sin-Iglesias por lo que está preocupado es por lo que dicen las encuestas. Y las encuestas dicen que el Partido Popular sigue dando bocados a diestra y siniestra, y que amenaza con repetir el modelo Ayuso en otros territorios de la madre patria.

Con su rival Chirac en la memoria, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, la chica de San Fernando, se han lanzado ya a las presidenciales de su país, con el objetivo nada desdeñable de resucitar al Partido Socialista francés. Pero en España, la alcaldía de Madrid, y a mayores la presidencia de esa comunidad, la tienen los del lado contrario. Y ya sabemos que para Isabel Díaz Ayuso cualquier inspiración es poca.

El próximo brete de este damero parece seguro que se va a jugar en Castilla y León. Después de votar en contra de 'su' reforma sanitaria, Mañueco se prestó a escenificar la paz con Ciudadanos con un gran abrazo de oso al rival más débil: la consejera de Sanidad. Tras el Consejo de Gobierno, Igea quiso romper el mito de la abnegación de los médicos rurales, asegurando que alguno de ellos cobra más que el doctor House. Y tanto él como el presidente aseguraron que no habrá elecciones anticipadas. Pero las habrá. Los consejeros del PP se arrimaron a su presidente por ver si se enteraban de la fecha, mientras que los cuatro de la fama de Ciudadanos hicieron lo propio para calibrar el verdadero peso que podría tener un 'ayusazo' por estas tierras…

Pensando en el brete, el vicepresidente de Castilla y León ni siquiera tuvo tiempo de escribir un tuit de apoyo a su compañero Ignacio Aguado. Por tratar de seguir de alguna manera en el candelero, al señor Aguado no se le ocurrió otra cosa que pedir en público el adelanto del regreso de los alumnos a las aulas tras el verano, para que sus padres puedan 'conciliar' como es debido. Se ganó la reprobación, entre otros, del maestro García Arias, mejor docente de España 2018. «Lástima –le afeó– que algunos solo vean en la escuela un edificio donde dejar a sus hijos». Y ahí le han dejado, fané y descangallado, a todo un ex vicepresidente de la comunidad de Madrid. Qué solos se quedan los muertos.