El refrán sobre 'las barbas del vecino' siempre me ha parecido algo así como una advertencia sabia nada desdeñable. En prepandemia, Italia se convirtió en un espejo ante el que España se acabó reflejando. Hoy, un año después, la historia podría repetirse.
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La sabiduría popular ... está llena de mensajes que nos preparan para una posible amenaza que, afortunadamente, no siempre cristaliza. Estamos a tiempo de esquivar una cuarta ola a pesar de la tendencia alcista. Porque no conviene olvidar que 'Quien mucho corre, pronto para'. Somos el claro ejemplo de lo que no hay que hacer en una desescalada. Pasar de la nada al todo nos ha dejado tres olas y graves consecuencias por ser uno de los países más laxos de Europa.
Conocedores de que la 'Perseverancia todo alcanza', pese a lo complicado de este ejercicio de contención personal tras meses de privaciones y anhelos, hay que dar ventaja a la vacunación. En abril llegarán las vacunas monodosis y el Gobierno promete que para entonces multiplicará el envío hasta igualar en un mes lo que nos ha surtido en tres. 'Ninguno vive sin confianza'; habrá que creerlo.
Y como 'Más vale prevenir que lamentar', vamos a convencernos de que este será el último esfuerzo, que, con toque o sin toque, aquí somos capaces de superarlo sin llegar a exclamar: '¡Oh, tiempo despreciado, quién te hubiera aprovechado!'.
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