Rechinar

La automoción no atraviesa su mejor momento. El exceso de fabricación, los tétricos augurios de ayer sobre la economía mundial, las restricciones de circulación para determinados motores, el retraso de los vehículos eléctricos, el Brexit, los aranceles de Trump y la madre que lo ... parió ennegrecen el futuro. Yo lo noto en la saturación de anuncios de coches que llenan la parrilla de las teles durante todo el santo día, y cuando veo tantísima invitación a comprarse un buga pienso en lo mal que deben estar las cosas para que los fabricantes hagan tanto dispendio. Pero, además de esta percepción mía tan simplona, hay otras alarmas que agobian a los trabajadores que se ganan la vida en este negocio y a los sindicatos que los representan. El expediente de regulación temporal de empleo en Pegaso y la eliminación del turno de noche en Renault Palencia, son dos muestras palpables de lo chungo que se ha puesto el sector con consecuencias que afectan a mil y pico trabajadores de ambas marcas.