Rebufo

En este último caso, y tras escarbar en el agujero hecho en medio de la citada vía pública, los exploradores se rindieron antes de encontrar ni un huesecillo del personaje.

Pero ahora toca hacer algo parecido en Ventosa de la Cuesta, donde los expertos creen que podría estar el imaginero considerado como el primer escultor del Renacimiento, que nos legó numerosas creaciones artísticas de extraordinario valor.

Y, francamente, de la misma manera que el chasco de no encontrar huellas del príncipe irlandés me dejó frío, me gustaría que la búsqueda de Berruguete concluyera con éxito para que pudiera ser honrado en su última morada y agradecerle el fantástico retablo de San Benito o el Ecce Homo del Museo Nacional de Escultura, entre otras maravillas.

Así que desde aquí animo a remover la tierra de Ventosa hasta que encuentren sus restos y, al rebufo, los de mi bisabuelo, Eloy Cantalapiedra, nacido en ese pueblo donde se busca al escultor. Y juro por mis muertos que hablo en serio. Es cierto que mi pariente no hizo gran cosa por la humanidad, pero ya que van a husmear allí…