Los (re)aparecidos del PP
LA ESPITA ·
El caso Kitchen estalla judicialmente justo cuando en Castilla yLeón se reactiva la investigación parlamentaria de las eólicas. Y Mañueco, con riesgo de burbuja presidencialLA ESPITA ·
El caso Kitchen estalla judicialmente justo cuando en Castilla yLeón se reactiva la investigación parlamentaria de las eólicas. Y Mañueco, con riesgo de burbuja presidencialLo de la Kitchen (uso de fondos reservados del Ministerio del Interior en la época del vallisoletano-catalán, ya imputado, Jorge Fernández Díaz para espiar a Luis Bárcenas por el caso Gürtell) es tan gordo que hasta al PP de una pedanía le ... salpica el desprestigio. Si a eso se une alguna variable particular, llueve sobre mojado. Es el caso de Castilla y León, donde el rebrote Kitchen coincide con la reactivación de la investigación parlamentaria sobre las eólicas: presunto cobro de comisiones por cargos de la Junta, en los gobiernos que presidió Juan Vicente Herrera y concentrados en la Consejería de Economía, que dirigió el fallecido Tomás Villanueva, para otorgar licencias de instalación de aerogeneradores, la energía limpia del futuro. Como las desgracias investigadoras no suelen ir solas, a las eólicas se une la compra de la Perla Negra (a la espera de fijación de fecha para el juicio oral), los terrenos del 'no polígono' de Portillo y las 'embajadas' en el extranjero.
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Esta semana han desfilado por las Cortes la exconsejera Pilar del Olmo, mano derecha presupuestaria de Herrera, y el consejero Carlos Fernández Carriedo, mano derecha presupuestaria del actual presidente Alfonso Fernández Mañueco. Sin sorpresas, la primera se sacudió el asunto: ella no tenía funciones en las materias investigadas. ¡Con lo cómoda que está ahora en la oposición municipal en Valladolid! Claro que está más cómodo con ella el regidor pucelano, el socialista Óscar Puente, que seguro que en sus visitas oficiales a templos de la ciudad eleva plegarias para que la exconsejera siga los casi tres años que quedan de mandato. El tipo de oposición burguesa que hace el PP en el Ayuntamiento de Valladolid, oposición propia de señoritos andaluces, sin pisar terreno, es para Puente una bicoca. Para entenderlo: Puente está tan cómodo con Pilar del Olmo como Mañueco con Luis Tudanca.
El segundo tuvo peor suerte: el mastín-doberman-rottweiler del PSOE regional, el vallisoletano-leonés JF Martín, cree haber pillado cacho en el papel que tuvo Carriedo por el innumerable número de puestos que ha ocupado en la Junta de Castilla y León y le ha colgado ya el cartel de 'elemento decisivo' en la trama eólica cuando Carriedo se encargaba (2004-2007) de la cartera medioambiental. Con independencia de que se llegue a demostrar esa acusación, las actas parlamentarias ya recogen semejante sambenito, lo que políticamente es plomo en las alas para el consejero al que Mañueco ha confiado la confección de sus primeras cuentas regionales como presidente.
Y como en el PP de Castilla y León lo que se lleva es el mensaje de que lo de las eólicas es cosa del pasado herreriano y villanuevista (Mañueco ya declaró que él no tuvo nada que ver), los socialistas han visto dónde hincar el diente para mantener el sonido de tambores de corrupción que mitiguen los sonidos de las bubuzelas mañuequistas de 'los vientos de las eólicas no son nuestros'. Mañueco y los suyos creen que las próximas comparecencias ahondarán en ese mensaje. Llegan a las Cortes apariciones del pasado popular. Mañana, la que fuera vicepresidenta de Herrera María Jesús Ruiz, uno de los personajes de la política regional de peor recuerdo para su partido y para los administrados. Estos no la echan de menos y aquéllos siguen lamentándose de su paso por la Junta y el partido: buena parte del destrozo soriano del PP es culpa de ella.
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El 1 de octubre llegarán los exviceconsejeros Rafael Delgado y Begoña Hernández, manos derechas de Tomás Villanueva. Los dos exviceconsejeros se sentarán en el banquillo en unas semanas, procesados por la pieza de la compra-venta de la Perla Negra (edificio de Arroyo). El Lunes 5 irán los exdirectores (también etapa herreriana) Ricardo González (Energía) y José Manuel Jiménez (Medio Ambiente) y el 8 y el 19, los exaltos cargos Andrés Martín y Francisco Esgueva (Excal).
Pero no bastará con que el actual presidente confíe en que la gente y sus votantes hilen tan fino como para que separen mentalmente a estos excargos populares del actual PP. No. Estas (re)apariciones de excargos populares necesitarán de una negación constante del propio Mañueco y sus cuadros dirigentes para que dejen claro que el PP ha roto con esos malos vientos de las tramas que investigan las Cortes y los tribunales. Por eso, debería Mañueco medir el riesgo de no aprovechar todas las oportunidades para hacerlo. De ahí que errara el pasado martes en Palencia (tierra de Carriedo) al no acercarse a hablar con la prensa. Y eso que iba a un acto que presidía el dueño de facto de Televisión Castilla y León y varios medios escritos, Miguel Méndez Pozo. Claro que como este tiene tantos cargos y ahí estaba como presidente de las Cámaras de Comercio, los servicios de prensa de Mañueco, tan felices. La burbuja presidencial se empieza a construir.
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