La evolución del mercado inmobiliario va camino de convertirse en uno de los temas estrella del 2025. La publicación de la última estadística registral inmobiliaria ... ha generado titulares en prensa y alarma en la ciudadanía, al destacarse que el precio de la vivienda superaba el techo histórico alcanzado en 2007. El encarecimiento de los inmuebles es un hecho innegable y generalizado a nivel nacional. Castilla y León no es una excepción, pero, ¿realmente puede hablarse en nuestra región de máximos históricos en el coste de los inmuebles? La respuesta es no.
Profundicemos en los datos. La citada estadística registral refleja en su última publicación que el precio del metro cuadrado en Castilla y León se situó en el cuarto trimestre de 2024 en 1.198 euros de media, lo que supone un 3,3% más que en los tres meses anteriores. Incremento considerable y no anecdótico, pues implica que nuestra oferta de inmuebles se ha encarecido este trimestre por encima de la media nacional (2,4%).
Las cifras reflejan también que la vivienda castellano y leonesa es hoy un 4,3% más cara que hace un año, ascendiendo su valor total medio a 115. 321 euros. Sin embargo, a la hora de establecer una comparativa con el 2007 —año referencial en el que se sitúa el pico histórico de precios en el sector—, se comprueba que no se han alcanzado, ni mucho menos, las cotas de entonces. En dicha época, el coste medio del metro cuadrado en Castilla y León superaba los 1.440 euros y el importe total por vivienda se aproximaba a los 145.000 euros de media.
No obstante, y pese a no rozar aún el temido techo máximo, es incontestable la tendencia alcista que experimenta nuestro mercado inmobiliario desde mediados del año pasado. Un comportamiento en gran medida motivado por la reactivación de las operaciones de financiación y el resurgimiento de las hipotecas, que vuelven a fluir tras una dura etapa en la que los elevados tipos de interés decretados por el Banco Central Europeo limitaban considerablemente el acceso al crédito.
El incremento de la demanda inmobiliaria fue especialmente acusado en el último trimestre de 2024, en el que las compraventas en Castilla y León cosecharon un crecimiento del 11,4% con respecto al periodo anterior y un 14,2% en términos interanuales. Este hecho se puede vincular con el flujo hipotecario antes citado, que en la región ha experimentado un incremento del 17,6% en los últimos meses del año y se ha elevado varios puntos por encima de lo que lo ha hecho en el conjunto del país (13,4%). Es también posible que influyan factores adicionales como la cercanía y buenas conexiones ferroviaria y por carretera de gran parte de nuestro territorio con la capital de España, cuyos precios medios triplican los de nuestra región, pudiendo resultar rentable a algunos ciudadanos residir en Castilla y León, aunque no se encuentre aquí su empresa o centro de trabajo.
Los datos oscilan mucho en función de cada provincia analizada. Valladolid es el territorio comunitario en el que el metro cuadrado es más caro, tras crecer su precio en el cuarto trimestre un 7,9% (1.586 euros de media). Sin embargo, es Salamanca la provincia que registra un mayor crecimiento en el coste del metro cuadrado, con una subida del 13,4% en el trimestre (1.356 euros de media). Desde una perspectiva temporal más amplia, Soria se convierte en la segunda provincia de España en la que el precio del metro cuadrado se ha encarecido más en el último año (14,6%), solo superada por Cuenca (24,9%).
En todo caso, no hay razones para alarmarse: Castilla y León continúa siendo una de las tres comunidades más asequibles de España a la hora de adquirir una vivienda. Contamos asimismo con la capital de provincia con el metro cuadrado más barato de España (Zamora, que arrojó 1.090 euros de media en 2024). Esto nos otorga una ventaja competitiva y posiciona también a nuestra tierra como valor en alza frente a las inversiones. A pesar del encarecimiento del suelo, la realidad de nuestras ciudades se aleja mucho de la que viven los núcleos más tensionados del país como San Sebastián, Madrid o Barcelona, cuyos precios por metro cuadrado se elevan por encima de los 4.000 euros de media y continúan creciendo.
La superficie de vivienda registrada en nuestra comunidad autónoma alcanza los 107,2 metros cuadrados de media, lo que nos sitúa entre las cinco comunidades que encabezan el ranking nacional. Esto contrasta con los datos exhibidos por regiones de mayor demanda como Madrid, Cataluña o País Vasco, cuyos pisos resultan menos espaciosos, situándose en torno a los 90 metros de media y con tendencia a la baja.
Por todo ello, la perspectiva inmobiliaria de Castilla y León se puede considerar positiva en bastantes aspectos pese a la subida de los precios, en tanto evidencia la reactivación de un mercado vital para dinamizar nuestra economía y desarrollo urbano. Afrontamos el reto de continuar favoreciendo en nuestras ciudades y entornos rurales una oferta de vivienda atractiva, que ejerza también de gancho para empresas y actores de inversión en un año que puede resultar clave para nuestro futuro.
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