![Un año de vida](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/02/20/67483035-kXdB-U2101586688181Af-1200x840@El%20Norte.jpg)
![Un año de vida](https://s3.ppllstatics.com/elnortedecastilla/www/multimedia/2024/02/20/67483035-kXdB-U2101586688181Af-1200x840@El%20Norte.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Apenas llevó unos segundos, pero desde entonces la secuencia se repite en un bucle infinito. La imagen grabada por una cámara de seguridad, ese testigo silente capaz de verlo todo, reproduce desde el pasado domingo el momento nocturno y alevoso que una persona encapuchada y ... de movimientos desmañados aprovechó para abrir las válvulas de varios depósitos de acero inoxidable y provocar que miles de litros de vino procedentes de la última cosecha de Cepa 21 acabaran derramados por el suelo inmaculado de su bodega.
Desde entonces, el valle del Duero se ha anegado de interpretaciones, malicias y especulaciones que a punto están de rebosar los bordes afilados del páramo. El valle es una inmensa colección de comidillas que cubren todo el abanico de posibilidades: desde el acto vandálico y mentecato hasta la cruel venganza personal; desde el sabotaje empresarial hasta el más sofisticado y retorcido de los planes. En cualquier caso, la única hebra suelta disponible para tirar de ella es esa secuencia grabada por el ojo impasible de la cámara de seguridad que lo ve todo aunque, como es costumbre en los ojos omnipresentes, nada impide. De ella se servirá la investigación, entre otras pistas, indicios y circunstancias que jamás conoceremos, para sortear los nudos de la madeja policial con la esperanza de que al cabo de toda ella pueda retirarse la capucha que cubre la cabeza de su autoría.
No es algo que deba ocuparnos a los demás. Alcanzamos ya en el protocolo del asunto ese célebre momento en que la autoridad indica al corro de curiosos que se disperse. Se acabó el espectáculo. Aquí no hay más que ver. Los detalles del suceso y sus consecuencias habrán de ceñirse a la vida de los afectados directos: propietarios y trabajadores. Puerta y autovía a los curiosos.
Sin embargo, desde que se nos mostró por primera vez la secuencia del caudal de vino liberado estampándose espumoso sobre el cemento, a mí me agita la reacción de esa parte de Quijano caballeresco y delirante que todos llevamos dentro y que siempre confundió el vino con la sangre; los odres, los cueros, las tinajas y los barriles con inmensas criaturas que pierden la suya a borbotones cuando son heridas, rotas y ensartadas.
Aunque jamás desdeñaré la huella profunda que mantiene en mi educación y en nuestra cultura el hecho de que tanto el vino, como el pan, son objeto imprescindible para materializar el fenómeno sobrenatural de la transubstanciación, tampoco quisiera desdeñar la evidencia de una relación entre sangre y vino tan atávica que supera los límites del cristianismo. Y acaso sea ese el motivo por el que la imagen del vino derramado me recuerda tanto al de una hemorragia, preludio siempre de la pérdida de vida y origen de una gran fatalidad. Porque cada unos de sus litros es el resumen de un ciclo estacional, el compendio escogido de toda la sabiduría que ha sido capaz de decantar un notable puñado de civilizaciones.
El vino es el genio del tiempo, al fin domesticado y devuelto a su botella. El vino es poso olímpico; una indomable ambrosía que abre puertas infranqueables, laberintos con minotauro en sus entrañas; abismos, paraísos. Es el fluido inquietante que mana Adán de su costilla en los sueños de Adso de Melk. El vino es el inventor de la paciencia, del brindis y los buenos deseos. En el interior de cada botella reposan miles de rayos de sol, miles de gotas de lluvia, miles de jornadas laborales, miles de platos de comida ganados al trabajo.
El ojo que todo lo ve y nada impide nos mostró el pasado domingo que un año de vida es, en efecto, una criatura colosal, aunque indefensa, que puede morir desangrada en un instante. Una bodega de la Ribera lo ha perdido para siempre y nosotros, para nuestra desgracia, también.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.