Hay deseo de fiesta, poco presupuesto y menos ganas de trabajar. Esto último puede resultar políticamente incorrecto, pero se están sentando las bases de un peligroso escenario en el que ya no compensa remangarse y ponerse el mandil. Hacerlo podría desactivar las ayudas que, en ... vísperas de una cita electoral, son más jugosas de lo habitual. La mítica Feria de Día, importada con gran acierto de Málaga, podría comenzar a languidecer fruto de una tormenta perfecta provocada por los elevados precios y por la falta de vocación laboral.
Publicidad
Todos aspiramos al trabajo ideal, pero obviamos que para llegar a él hay que empezar desde la base, con sacrificio, haciendo horas y recibiendo a cambio lo que marque el convenio colectivo. Ni más ni menos. La hostelería se ha quedado sin mano de obra, ni barata ni cara, directamente sin aspirantes dispuestos a portear bandejas, servir cafés o cobrar un pincho a precio de oro.
Se ha desinflado el boom de los programas televisivos que elevaron el gusto por la restauración y eso se ha dejado notar a pie de barra. Muchos establecimientos han tenido que prescindir del servicio en terraza porque no tienen camareros que las atiendan. Por el mismo camino van las casetas de feria, un 20 por ciento menos y una plantilla ajustada. Luego nos quejaremos, pero aquí al cliente no le asiste la razón.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.