El punto catastrófico

Nadie tuvo tanto poder en España. Ni tanta nostalgia por su pérdida. Con el multipartidismo gana el que suma y forma gobierno mediante pactos al margen de los votos obtenidos. De lo que se trata ahora es de disimular la pérdida masiva de votos mediante el incremento de poder territorial. Castilla y León, con su enorme carga simbólica para el PP, puede caer esta vez. Y con la Junta las alcaldías más importantes. Todo tiene su punto catastrófico. Y este mal sueño coincide con un cambio de liderazgo en el Partido Popular de Castilla y León. Alfonso Fernandez Mañueco necesita ganar tiempo para rearmar el PP y hacer creíbles sus mensajes.

Quedan dos semanas y no están escritas. Se trata de ganar y al mismo tiempo dibujar el mapa de las conversaciones. Y no hay costumbre. Ciudadanos será probablemente quien asuma, tanto para socialistas como populares, el papel crucial de partido bisagra. Siempre deberá saberse con quién se pacta y, en todo caso, con quien hay que pactar, esto vale con respecto a Vox. No es fácil hacerlo bien. La negociación es intercambio, nunca aplastamiento. Paradoja de la política. Los enemigos irreconciliables de hoy podrían ser los socios imprescindibles de mañana.

Claro que todo podría haber sido más complicado todavía. ¿Catastrófico? Silvia Clemente. ¿Alguien se imagina como hubiera sido esta campaña con ella? Ahora es un fusible roto del que Ciudadanos deberá dar explicaciones. Mientras tanto: ¿Hay una forma más ruidosa de estar callada?