Secciones
Servicios
Destacamos
Para los que vivimos aquí el padrón poblacional rara vez trae buenas noticias, y a pesar de que la lectura de semejante tocho pueda parecer más tediosa que la retransmisión en directo de la lotería de Navidad, lo cierto es que habla de nuestro presente ... y dibuja el futuro con bastante precisión. Saber que hemos perdido mil quinientos vecinos desde que se hizo el anterior recuento es una pésima noticia, se mire por donde se mire, y estoy casi seguro de que este descenso es debido a que cada año nacen menos críos y que cuando se hacen mayores se marchan en busca de mejores oportunidades de trabajo y sueldo, como es natural.
A finales de los sesenta algunos colegas de mi barrio se fueron al extranjero persiguiendo condiciones laborales y sociales decentes. Cuando volvían en verano nos ponían los dientes largos escuchando cómo era la vida cotidiana en Alemania, Francia o Suecia, tres lugares muy parecidos al paraíso, no solo por el albedrío que disfrutaban sino por los salarios que cobraban. Ahora que en España no añoramos libertades, aquel éxodo se parece a este en la escasez de futuro al que se enfrentan un par de generaciones de compatriotas perfectamente formados para comerse el mundo.
Los que saben cómo interpretar el censo dicen que esta bajada es puntual y guarda relación con las muertes provocadas por la pandemia, pero lamento recordarles que al perro flaco todo se le vuelven pulgas...
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.