Es posible que el más claro síntoma de que Jair Bolsonaro puede terminar como un presidente de un solo mandato sea su vuelta al cuestionamiento del sistema electoral y del voto electrónico. En los últimos días de la campaña para la segunda vuelta de las ... elecciones, en la que hoy están llamados a votar 156 millones de brasileños, el dirigente ultraderechista alimentó de nuevo el temor a que no reconozca de manera pacífica una eventual victoria de Luiz Inázio Lula da Silva. El exmandatario en dos ocasiones y emblema de la izquierda latinoamericana parte como apretado favorito en unas encuestas que ya patinaron en la primera ronda.
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Así que la pelea entre dos contendientes antagónicos llegará hasta las mismas urnas. A Lula se le reprocha que sus propuestas suenan a pasado, pero la lucha contra el hambre, la extrema pobreza y el analfabetismo es una urgencia del presente en Brasil. Sobre Bolsonaro pesa una gestión negligente de la pandemia y el fracaso de su supuesta voluntad de combatir la corrupción, además de su alineamiento con el más dañino populismo que le ha valido un mensaje de apoyo de Trump. Lo deseable ahora es que el proceso electoral se cierre sin violencia.
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