Mientras las autoridades militares se enredan ahora en investigar hasta al cabo furriel de la base militar murciana donde se produjo el hecho, lo cierto es que entre sus adeptos y los que están a punto de serlo, que son muchos, por mucho que diga el CIS que no, crece la fascinación entre el electorado de derechas por Vox y sus dirigentes. Una el lector esa campaña publicitaria arma de guerra en mano con la presencia de Abascal a las puertas del Ministerio de Agricultura esta semana. Entre aplausos y abucheos, Vox logró más publicidad el miércoles a costa de la protesta por los problemas que asolan al sector agrario, a los ganaderos y a los agricultores. Sumen y verán que hay dos damnificados muy claros: el PSOE, con su Gobierno a la cabeza, y el PP, con sus ejecutivos autonómicos a la suya.
Que hay preocupación en La Moncloa por lo que pueda pasar en el campo es evidente. No contaban los de Pedro Sánchez con este estallido agrario, en un flanco que conecta con las quejas de la conocida como España vaciada, que hasta ahora eran tenidas en cuenta por los 'sanchistas' muy en un segundo plano. Y pilla al PSOE con el ministro del ramo, Luis Planas, de perfil político más gris de los últimos gobiernos de España. Pero al PP le pilla sin la que era su rostro agrario mejor valorado, la vallisoletana Isabel García Tejerina. Y en las comunidades agrarias por excelencia en las que gobierna, Castilla yLeón y Andalucía, con perfiles en las consejerías de éstas de la misma escuela grisácea del ministro.
A PSOE y PP el estallido agrario, además de darles en la cara, les ha pillado con el pie cambiado. Hay dirigentes populares de Castilla y León que sonríen pensando en que lo del campo pasará factura solo a Sánchez. Están tan equivocados que no ven que lo de los agricultores y ganaderos es la gota que colma el vaso de la paciencia, pero solo la punta de un iceberg de problemas y daños que padece el medio rural a los que los Gobiernos de José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, desde La Moncloa, y los de Juan José Lucas y Juan Vicente Herrera desde el Colegio de la Asunción, cuyo despacho principal ocupa ahora el popular Alfonso Fernández Mañueco con la vigilancia permanente, justito al lado, del vicepresidente Francisco Igea, enredado estos días en ver qué pasa con los restos del naufragio de su partido, Ciudadanos, una formación ingresada desde las últimas generales en el tanatorio político y que camina irremediablemente al depósito del cementerio de partidos. Tardará más o menos, pero Ciudadanos, y más con sus alianzas en ciernes con el PP a un lado y con el PSOE a otro (la sonrisa del alcalde de Burgos, Daniel de la Rosa, tras su pacto presupuestario es imborrable) es carne de desaparición.
El próximo domingo, día 16, habrá manifestaciones en León, Ponferrada y Villablino para exigir compromisos por el futuro de la provincia leonesa
En direcciones provinciales del PSOE y del PP llevan meses, ¡meses!, anotando cómo en el medio rural cada vez tienen más competencias de marcas blancas (listas 'independientes') de rebotados de ambos partidos, pero también de dirigentes locales indignados por los conflictos en el ámbito nacional. Si es usted alcalde socialista o concejal, vaya a explicar en el teleclub de su pueblo a los compañeros de partida, a los amigos de toda la vida y a los convecinos que el líder estatal de su partido pacta con independentistas y exetarras. Si es usted alcalde o edil del PP, póngase a explicar los escándalos de Rodrigo Rato, Luis Bárcenas y demás. Ambas circunstancias se notaron sobremanera en las últimas municipales. Y añadan más. Si es usted regidor o concejal del PP de su pueblo, vaya a explicar a sus vecinos que la consejera de Sanidad, Verónica Casado, va a dejarles sin consultorio médico, consejera que forma parte de un gobierno con presidente popular. Aunque si es usted alcalde o concejal socialista, explíquele a sus convecinos que se quedan sin consultorio por culpa del PP y de Ciudadanos, pero que el líder de su partido, Luis Tudanca, y su equipo más cercano (con la zamorana Ana Sánchez, la soriana Virginia Barcones o el segoviano José Luis Vázquez) no tienen un plan alternativo al cierre de consultorios médicos.
Añadan en ambos casos que colectivos tan significativos como los cazadores o los taurinos (de festejos populares, sobre todo) llevan años sintiéndose acosados por grupos de defensa animal sin que populares y socialistas en el ámbito regional o en el nacional hagan algo para defenderles. Todo lo contrario.
Del sumatorio de todo esto sale el resultado que llevan comprobando los grandes partidos: cada vez más marcas blancas y las que no lo son crecen en apoyos en pueblos y ciudades. Así se entiende que Vox crezca en simpatía (ya se verá si en votos) como lo hace a costa no solo del PP: el PSOE también pierde votos hacia el partido de Abascal. El campo se levanta en protestas: despoblación, pérdida de servicios, de empleos y de actividad económica, precios irrisorios por sus productos...
Y suma y sigue. El próximo domingo, día 16, habrá manifestaciones en León, Ponferrada y Villablino para exigir compromisos por el futuro de la provincia leonesa.
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