Esta semana, el Gobierno ha conseguido que una mayoría absoluta muy holgada aprobara los Presupuestos del Estado para el año que viene. Todo un récord. A ese gran bloque plural, no se sumó el PP. Y entre los argumentos que ha dado Pablo Casado, que ... explica 'La Vanguardia', hay uno en verdad asombroso: si su partido hubiera apoyado las cuentas del Gobierno, España se habría quedado sin oposición o esta recaería en Vox. Su portavoz, Cuca Gamarra, ya se había despachado a gusto en el debate. A su juicio, tras la aprobación de los Presupuestos se esconde la traición de Pedro Sánchez al entregar España a los independentistas.

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Traición es una palabra que en Derecho significa 'el delito cometido contra un deber público'. En estos términos, el PP podría analizar su propio papel al respecto. El partido de Casado se ha opuesto sistemáticamente a su obligación de renovar instituciones como el Consejo General del Poder Judicial o el Tribunal Constitucional. Un empeño que supone el incumplimiento sistemático de la carta magna.

Esa deslealtad del PP llega hasta la utilización de instituciones europeas para ampliar su espacio de ataques al Gobierno español, presentando denuncias por asuntos meramente domésticos que ayudan a presentar una imagen bochornosa de España frente a una Cámara centrada en resolver la crisis sanitaria.

Pero en el debate presupuestario, dentro de ese imprescindible bloque opositor, invocado por Pablo Casado, también hubo pelea. Tanto el PP como Vox se enzarzaron para dirimir quién de los dos había dado más cancha a la izquierda en los trámites presupuestarios. Perdieron los nervios y las formas. El diputado de Vox, José María Sánchez, se refirió a la diputada del PP, Ana Vázquez, como «esa chillona gallega que deja en mal lugar a los gallegos». La diputada había reprendido a Vox por no acudir al Congreso en diversas ocasiones, cobrando dietas por desplazamiento cuando residen en Madrid. La secretaria general de Vox, Macarena Olona, llamó cómplices y colaboracionistas a PP y Ciudadanos, en clara alusión a la oposición de estas dos formaciones a la moción de censura de Vox.

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Pedro Sánchez va a seguir al frente de este país con la legitimidad que les ha concedido una mayoría de españoles. Y los insultos de filoetarras u otros más demoledores contra un Gobierno legítimo han dado pie a situaciones lamentables. Como los WhatsApp de un grupo de militares retirados, que pretendían implicar al Rey, y defendían la conveniencia de «fusilar a 26 millones de hijos de puta». Así que, bienvenidos sean unos Presupuestos que ayudarán a la recuperación.

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