Del Prado al tebeo: superhombres de Hemiciclo

A lo largo del año, se va formando un friso de jetas en el Congreso de los Diputados que es el contralienzo de los retratos que hiciera Hernán Cortés de los siete ponentes de la Constitución española. Nos imaginamos a tantos inmortalizados velazqueñamente, entre el ... bobo y el pícaro: créanme que dejarían honda huella de su memoria si accediesen a ser inmortalizados por el pincel apropiado, de un discípulo del tenebrismo a ser posible. Qué atroz el político pintado por Zurbarán. Qué descompuestos sus gestos retratados por Francisco Pacheco o Herrera el viejo: las autofotos tuneadas serían pálido reflejo de la materia degenerescente mostrada a lo vivo al óleo, colgados todos en el Prado.Es como si un Caravaggio de 2022 hubiese pintado las miserias de sus señorías, al punto de que llega ese momento en que la careta deja su paso a la cara, que es el espejo de su alma, hecha de muchos espejos que reflejan según quién los mire y admire. Hay un selfi por ahí en las redes sociales que ha hecho furor, de una polaquita que es fervorosa admiradora de nuestro presidente posando con el susodicho, lo cual para un pueblo que ha sido masacrado por el nazismo y el estalinismo es decir mucho. «Me he quedado sin palabras, pero también lo aprecio más de lo que podría expresar con palabras», reza el post de la adolescente eslava.