Un poquito de por favor
Ojo al parche ·
La falta de rigor se impone y no solo es patrimonio de los autoproclamados partidos regeneradoresSecciones
Servicios
Destacamos
Ojo al parche ·
La falta de rigor se impone y no solo es patrimonio de los autoproclamados partidos regeneradoresEl economista británico John Maynard Keynes predijo en 1930 que en 100 años las personas solo tendrían que trabajar 15 horas a la semana. Casi 90 años después, parece que sus cálculos fueron demasiado optimistas, aunque sí es cierto que el debate se intensifica. Tanto, ... que hasta un partido político, Más País, se atreve a llevar en su programa la semana laboral de 32 horas, repartidas en cuatro días a la semana, y (por supuesto) por el mismo salario. La fórmula es sencilla: menos dedicación al trabajo y más tiempo para la familia y el ocio transformarán a los precarizados trabajadores españoles en profesionales mucho más productivos y felices. Preguntado sobre quién pagará la fiesta, Errejón no tiene dudas: explotadores empresarios como Amancio Ortega y, si todavía no es suficiente, tiramos de la deuda pública. ¡Todo encaja!
Tomarlo en serio supondría valorar qué resultados propicia esta medida en otros países que la implantan a cuentagotas. Por ejemplo, Alemania, donde solo hay dos posibilidades: mantener el salario trabajando las mismas 40 horas pero en 4 días, o bien reducir la semana a 32 horas con la consiguiente rebaja salarial. La mayoría, claro está, apuesta por la primera opción. Las propias empresas que participan en la experiencia presentan efectos desiguales, porque en unos casos sí se perciben mayores índices de productividad, pero en otros muchos los empleados muestran mayores índices de fatiga y falta de concentración.
Estas ocurrencias, sin tener en cuenta las características de la estructura empresarial de España, ni por supuesto las notables diferencias entre industrias, solo pueden entenderse dentro de la política ficción que protagoniza la esfera nacional. La falta de rigor se impone y no solo es patrimonio de los autoproclamados partidos regeneradores. Sin ir más lejos, el PSOE se enfrenta a sus propias contradicciones en materia de reforma laboral, provocando justo la incertidumbre que no necesitan los inversores, y el PP de Casado, que apuesta por la mayor reforma fiscal desde 1998, lucha contra la propia credibilidad de un partido que ya anunció lo mismo con Rajoy y que después subió 7 puntos el IRPF. A estas alturas, los ciudadanos solo pedimos «un poquito de por favor».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.