El poder del altruismo
Fuera de campo ·
«La capacidad de dar es la expresión máxima de la potencia humana, y una gran fuente de bienestar y satisfacción personal»Secciones
Servicios
Destacamos
Fuera de campo ·
«La capacidad de dar es la expresión máxima de la potencia humana, y una gran fuente de bienestar y satisfacción personal»Los profesores de Psicología Jean M. Twenge y Keith Campbell diagnosticaron hace diez años en 'La epidemia del narcisismo' la creciente deriva del mundo occidental hacia una visión de la existencia centrada en el propio ego, el culto a la imagen y una comprensión ... de la vida fundamentalmente pasiva, basada en los derechos (lo que merezco, incluso al margen de mi esfuerzo), frente a la responsabilidad propia (lo que hago, con mi sacrificio, por mí mismo y por los demás). Su libro, editado el año pasado en castellano, ponía cifras y datos a una tendencia cada vez más evidente, pero no hacía más que constatar un fenómeno viejo.
Una pulsión tan antigua que ya la detectó en 1957 Erich Fromm, en su célebre libro 'El arte de amar'. Allí explica que la necesidad de amor, y de la búsqueda del otro, tiene su origen en la soledad radical del hombre, enfrentado a la conciencia de su propia muerte, y solo es posible tener éxito en tal tarea desde una actitud que se aparte, por un lado, de la tentación narcisista, y, por otro, de esa visión materialista grosera de la existencia que da más importancia a las cosas que a personas y relaciones.
Pero hay una idea del psicoanalista alemán que hoy se ha vuelto casi subversiva y que, sin embargo, todos hemos experimentado en algún momento de nuestra existencia como cierta; es la que nos revela que la capacidad de dar es la expresión máxima de la potencia humana, y una gran fuente de bienestar y satisfacción personal. Es el bien conocido poder del altruismo.
Una verdad hoy sepultada bajo otros valores más de moda, como el voluntarismo o el empoderamiento, que son dos caras de algo muy similar. En ambos casos, la capacidad de darse, que implica salir de uno mismo para pensar en el otro, es sustituida por la exaltación de una voluntad propia que se define por oposición a los condicionantes que la presencia del otro nos impone. Frente al yo que se construye en el hacer con otros, y para otros, el yo que convierte la existencia en una pugna de poder y de autoafirmación, ya sea de su identidad o de su voluntad. Y que, con mucha frecuencia, descubre luego, con amargura, que ni una ni otra eran en realidad suyas. O, al menos, que la respuesta a sus necesidades más hondas no estaba ahí.
El colectivo vallisoletano Plataforma Social –al que pone rostro el exconcejal socialista Jorge Félix Alonso, hombre muy querido en Valladolid por su sincero compromiso con los más desfavorecidos– es, en cambio, uno de esos grupos que soplan en la dirección del altruismo. Y que invita a las personas a relacionarse, a entenderse y a colaborar. Este miércoles entregó su premio 'Solidario invisible' a Elena de la Fuente, fundadora de la Asociación de Mujeres de Rondilla, una persona que encarna bien ese mundo de los servidores ocultos, alejados de los focos y la farándula. Personas que, más allá del contenido concreto de su trabajo, dan testimonio con su actitud vital, desinteresada y alegre, de que existe otro camino posible a la soledad del encierro en el castillo interior.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.