Unos pocos barcos de cereal

La realidad es que España es un país deficitario en cereal. Necesitamos entre 36 y 38 millones de toneladas de grano al año, y en los últimos años obteníamos de nuestros campos alrededor de 25 de ellas, salvo en la última campaña, que bajaron a 20 millones de toneladas. El comercio de cereal en un país deficitario como España es complicado, en particular en condiciones de volatilidad extrema, donde en una sola semana los precios subieron un 15% y al día siguiente se desplomaron el 20%. La coyuntura actual del mercado de cereales favorece a los países exportadores, que venden a precios muy elevados, mientras que los importadores netos como España, nos vemos seriamente perjudicados. A principio de año se adoptaron medidas regulatorias que facilitaron la importación de cereal de Brasil y Estados Unidos, entre otros, aunque no impactaron tanto como para compensar el elevado coste del transporte, por distancia y por encarecimiento de los combustibles, así como la evolución de la paridad dólar-euro.