Pobres hijos
El avisador ·
«En auxilio de la generación de políticos más corta de la historia vienen los que dicen ser la generación más preparada de la historia, porque han estudiado más, aunque sea con menos aprovechamiento»El avisador ·
«En auxilio de la generación de políticos más corta de la historia vienen los que dicen ser la generación más preparada de la historia, porque han estudiado más, aunque sea con menos aprovechamiento»Presencial, semipresencial, virtual, en directo, en diferido, en jornada reducida, a tiempo parcial, en días alternos, al tresbolillo, con mascarilla, al natural… Poco más de dos semanas para el inicio de curso y en las playas todavía nadie sabe qué va a pasar en las ... aulas. Miedo, incertidumbre, y lo peor que puede ocurrir en el mundo de la docencia: que brote el escepticismo. Eso que unos llaman resignación y otros pasotismo. No es para menos. La única buena noticia es que ya no se ha vuelto a oír la propuesta del ministerio de las «aulas al aire libre». Vienen frentes borrascosos y España regresa a los reinos de taifa. Un signo más de que entramos en una nueva Edad Media.
Publicidad
Los hermanos Marx, que durante el tiempo de la excepción trabajan para el Gobierno, ahora se han repartido por las comunidades autónomas. Por sus obras los conoceréis, así que vamos sabiendo que en el reparto a Chico, el negociante, le han tocado Madrid y Cataluña. A Harpo, el mudo, seguramente Asturias y Extremadura. Y a nosotros, así en Galicia como en Castilla y León, nos ha tocado Groucho. Cráneo privilegiado. Vista la parte contratante de la segunda parte de la pandemia, parece más sencillo prohibir fumar que permitir estudiar, algo que hasta ayer era un derecho. «¿Por qué debería preocuparme de la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?».
Así que no queda más remedio que ponerle una vela a Santo Tomás de Aquino, el patrón de los profesores y de los estudiantes. Ya que acudir a la Iglesia del Amor Máximo, como han hecho en Corea del Sur, no parece ser la mejor solución. Santo Tomás, por cierto, que fue quien dijo aquello de «teme al hombre de un solo libro». Y aquí, de ordinario tan poco tomistas, al fin parece que nos hemos decidido a seguir sus divinas enseñanzas. Al pie de la letra. En un par de meses hemos retirado el libro único de las escuelas para fomentar que cada maestrillo tenga su librillo. Ni tanto ni tan calvo. No tenemos término medio. Ni remedio.
Tal como están las cosas, en su descomposición, no es de extrañar que Messi se vea ya más fuera que dentro de ese trozo de España que todavía se llama Cataluña. Con eñe. En auxilio de la generación de políticos más corta de la historia vienen los que dicen ser la generación más preparada de la historia, porque han estudiado más, aunque sea con menos aprovechamiento. La generación que menos oportunidades tiene, eso sí. Y la que menos va a tener. Perdida la salud, perdimos el dinero. Perdido el dinero y la salud, entre mascarillas y toques de queda vamos perdiendo también el amor, que es lo más triste. Hasta el amor prohibido de los prostíbulos va y se cierra: y no por principio moral, sino por falta de gel hidroalcohólico. Qué hipocresía. ¿Que puede haber cosas peores? Pues sí. Peor todavía que perder nuestro presente es perder el futuro de nuestros hijos. Y a ello vamos desde la misma raíz, desde la escuela. «Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado», dijo Unamuno, antes de que la Edad Media se lo llevara por delante. Ya ves. Pobres hijos.
Publicidad
Noticia Relacionada
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.