Pipiolos

Aunque el mercado laboral está bastante chungo, los que esperan acceder a él van suficientemente formados para encontrar algo mejor que lo primero que pillamos nosotros, que no era precario pero pagaban una mierda. Es cierto que los de mi generación podíamos tener currelo a los catorce tacos, pero casi todos nuestros sucesores están mejor formados gracias al instituto primero y a la universidad después. Puede que el futuro actual de los hijos sea menos apetecible que el de sus padres, pero el balance de las primeras décadas de las vidas de ambos suele ser, en general, favorable a los más jóvenes. Y eso es algo que los pipiolos que ahora tienen la edad citada al principio se han llevado por delante.