Informes verbales

Los aficionados de equipos pequeños sabemos que los árbitros siempre tienden a ayudar a los grandes y ahora por fin hemos descubierto que eso no sucede por algún lamentable tipo de corrupción, como malévolamente sospechábamos, sino porque ellos cuentan con informes verbales de los que nosotros carecemos. Qué bien le hubiera venido al Logroñés, pongo por caso, que un Enríquez Negreira se le hubiera acercado al defensa central y le hubiera susurrado al oído el siguiente informe verbal: «Ojo, chaval, que si le das al balón con la mano, es mano. Y si es en el área te pueden pitar penalti». Aún estaríamos en Primera.

Esta falta de informes verbales ha lastrado a muchos equipos de la Liga, pero no es justo culpar al Barcelona, como hace la Fiscalía, por haber tenido la perspicacia de recurrir a un buen árbitro para aclararles conceptos tan esdrújulos a los jugadores. Como los defensas del Barça, gracias a Enríquez, sí que sabían perfectamente que una falta en el área es penalti, no cometieron un penalti en más de dos años. ¡Y que haya tanta gente viendo maldad donde sólo hubo generosidad y sed de conocimiento!