José Luis Rodríguez Zapatero EFE

ZP el Bautista

A LA ÚLTIMA ·

El pasado domingo, en la iglesia parroquial de Ifema, los feligreses socialistas, llegados en autobuses, aclamaron con enorme entusiasmo a Zapatero

Pío García

Logroño

Martes, 28 de noviembre 2023, 00:14

El fenómeno más singular de la definitiva conversión del PSOE en la Iglesia de los Santos de los Últimos Días ha sido la asombrosa resurrección, verificada este domingo, de José Luis Rodríguez Zapatero. De la vena mística de ZP ya habíamos tenido alguna noticia durante ... la campaña electoral. «El infinito es el infinito; el universo es infinito muy probablemente –dijo en San Sebastián–. No cabe en nuestra cabeza imaginarnos cómo es el infinito. Somos el único sitio del Universo, del todo, si es que podemos concebir el todo, en donde se puede leer un libro y en donde se puede amar».

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Algunos exégetas malévolos atribuyeron esa frase al consumo desenfrenado de setas cuando, en realidad, se trataba del anuncio profético del traspaso de Rodalíes a la Generalitat y quizá también de la amnistía. Somos el único sitio del Universo, del todo, si es que podemos concebir el todo, en donde podemos amar a Puigdemont e incluso sacrificar un cordero para celebrar su regreso triunfal a la tribu sin mediar arrepentimiento ni proceso judicial. Los hijos pródigos dan mucha lata, pero el universo es infinito muy probablemente y en algo hay que entretenerse.

El pasado domingo, en la iglesia parroquial de Ifema, los feligreses socialistas, llegados en autobuses, aclamaron con enorme entusiasmo a Zapatero como el Juan Bautista de Sánchez y los demás no podemos sino respetar unos sentimientos religiosos tan profundos. La amnistía es un regalo divino, el nuevo maná, y mienten quienes dicen que solo beneficia a los independentistas: al propio ZP, por ejemplo, ya le hemos perdonado que apoyara a Susana Díaz y que aprobara los recortes económicos más salvajes de la democracia.

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