Con permiso

A pesar de esto, hay quienes están dispuestos a probar suerte al volante, aunque eso suponga toparse con la Dirección General de Tráfico. Fue el mandamás de tráfico el que alertó de la pérdida preocupante de perfiles profesionales por las condiciones laborales. Pedía ofertas más atractivas para captar la atención de mujeres, por ejemplo, que solo representan un 18 por ciento de los trabajadores. No convence. Pere Navarro pierde credibilidad cuando plantea resolver el problema con cuatro palabras y una chistera y al tiempo obstaculiza la contratación de profesionales de la conducción.

Esta carretera de doble sentido, a veces sin sentido, tiene el mismo destino: la sangría de porteadores motorizados que se van jubilando y que no encuentran relevo generacional. El sustituto llega de lejos, es extranjero, pero la DGT no está convalidando los permisos de conducción. Menudo atasco que se está preparando. De aquí a Reino Unido, el mismo país que tuvo que echar mano de los militares para garantizar el abastecimiento. Así que, no podremos quitarle puntos, pero sí ponerle punto en boca.