Peones

No me sorprendería que cuando la Policía capture en mitad de la faena a esta banda de delincuentes, sus captores se hagan una foto con ellos exhibiéndolos con más orgullo que el de los picoletos que trincaron a El Lute. Puedo adivinar sin esfuerzo el ... tono de las broncas de los gerifaltes cuando leen o escuchan las hazañas de estos pollos, expertos en mangar y en dar esquinazo a sus perseguidores. La velocidad con que planean y ejecutan los asaltos es tanta que a veces uno no sabe si está leyendo el periódico de hoy o el de anteayer. El caso es que, a fuerza de repetir el modo de actuar, sabemos cuántos manguis forman la cuadrilla, cómo actúan, que material utilizan, en qué tipo de establecimientos se han especializado y hasta cuánto dinero pueden obtener en un solo robo. Antes de actuar se informan de carreteras cortadas, calles sin salida y accesos rápidos a las autovías, y les trae sin cuidado el escándalo de las alarmas que saltan porque tardan menos de un minuto en salir pitando.