El pasado viernes, 7 de octubre, el alcalde mostró un gran disgusto por los ridículos 200.000 euros que aparecían en el Proyecto de Presupuestos (un año electoral en que el papel lo aguanta todo) para el Campus de la Justicia, calificándolo como «tomadura de ... pelo» del Gobierno de España. Al tiempo, decidió suspender la tramitación del proyecto, que llevaba paralizado años.
¿A quién le habían tomado el pelo? ¿A él, o a todos los vecinos de Valladolid? Debería aclararlo.
Tres días antes, el martes 4 de octubre, Sánchez aprobaba el proyecto de las cuentas para 2023 y en Valladolid celebrábamos Pleno en el Ayuntamiento. En el mismo, el Grupo Popular, presentamos una moción solicitando al gobierno municipal que, de manera inmediata, entregará el Colegio El Salvador al Ministerio de Justicia y que se impulsase el proyecto. La respuesta que recibimos fue, «que todo iba bien» «y los tiempos y el cauce eran los normales». Esto, hoy, suena a «tomadura de pelo», no sé si a todos los vecinos o solo a los partidos de la oposición municipal. ¿Alguien puede creer que el día que se aprobaron los presupuestos Óscar Puente no sabía nada?
Resulta difícil imaginar que el alcalde y secretario provincial del PSOE de Valladolid no conociese la «irrisoria» cantidad, hasta que no la vio publicada en los medios de comunicación. Si esto es así, significa al menos cuatro cuestiones; 1. El alcalde no tiene, a pesar de su apellido, ningún puente con Ferraz ni con el Gobierno de España; 2. al Gobierno de Sánchez le importa entre poco y nada la opinión de Óscar Puente, y mucho menos la ciudad de Valladolid; 3. El alcalde, no está pendiente, ocupado ni preocupado por un asunto tan relevante para la ciudad; o 4. El PSOE, da por perdida la capital de la provincia en las próximas municipales y, por eso, deja a los pies de los caballos a Óscar Puente.
A pesar de todo, resulta difícil creer que él no es cómplice en este asunto. No hay que olvidar que, en su época universitaria, fue un buen actor y se nota que no ha perdido tablas.
Hace un año, 19 de noviembre de 2021, asumía ante los medios de comunicación que la responsabilidad en el retraso del proyecto era de su equipo de Gobierno. Este mismo periódico publicaba, en esa fecha, que el Gobierno de España comprometía 30 millones para el Campus. El propio alcalde colgó la noticia en su perfil de Twitter. Hoy sabemos que serán 7 millones y se retrasarán hasta 2026. Esto no es una tomadura de pelo, esto es cortártelo al cero y mandarte a la mili a Ceuta. ¿A quién estaba tomando el pelo entonces? ¿A todos los usuarios del pajarito azul?
En febrero de este año solicitamos una comisión especial de investigación sobre este asunto, para intentar esclarecer algunas cuestiones sobre la compra de El Salvador. Habíamos pasado de coste 0 para las arcas públicas, según informó el portavoz del alcalde en las redes sociales, a 7 millones de euros. ¿Esta tomadura de pelo a quién era? ¿A los millones de usuarios de las mismas? Como era de esperar, la comisión de investigación se rechazó aduciendo el PSOE que la habíamos presentado para tapar los resultados de las elecciones autonómicas que se habían celebrado pocos días antes. Evidentemente, no lo conseguimos por los pelos.
El colofón de todas estas tomaduras de pelo fue el artículo del concejal Manuel Saravia publicado en estas mismas páginas, el 15 de febrero de 2020, con el rótulo «para que el PP entienda el Campus de la Justicia», en donde nos llamaba de todo menos bonitos. Hoy su relectura seguro que le avergonzará y le costará pasear por la calle, para que no le «tomen el pelo».
Estas burlas tan groseras, que cada día provocan mayor cansancio en los vecinos, hacen que se le note, al alcalde, y mucho, el 'pelo de la dehesa'.
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