Según la Consejería de Sanidad, este nuevo modelo sanitario va a ser la panacea y esos nuevos consultorios agrupados abrirán sin cerrar los consultorios de los pueblos. A este paso, la gente de las ciudades va a salir en tropel para ir a vivir a los pueblos porque la sanidad rural va a ganar... Uff, ¡póngase ustedes en lo mejor de lo mejor! Uno escuchaba hace unos días al presidente Alfonso Fernández Mañueco ensalzar los beneficios de este plan surgido del Ciudadanos del vicepresidente Francisco Igea (en la práctica, el auténtico consejero de Sanidad) y no puede por menos que preguntarse cómo ha tardado tanto en llegar.
Ironías al margen y ya muy, pero que muy en serio, prepárense (preparémonos) los habitantes de los pueblos pequeños para decir adiós en el medio plazo a los médicos de las consultas de sus localidades. Porque eso es este plan, el inicio del desmantelamiento en los pueblos más pequeños del servicio público más preciado para la población, la sanidad. Las hemerotecas tienen la ventaja de que, cuando se revisan, se lee lo escrito y este cronista teme estar redactando una sentencia que dentro de cinco o seis años tendrá constatación plena: primero fue el servicio veterinario el suprimido en los pueblos; luego, el de seguridad (los tricornios dejaron de verse en el medio rural); más adelante, las farmacias; después, las escuelas y, ahora, los médicos de cabecera. Desde mañana empezará a ser redactada la sentencia de muerte de muchos pueblos pequeños. Llámenme tremendista, pero es que el futuro de los pueblos pequeños es tremendo, tremendamente oscuro.
«Se puede pasar a la historia por muchos motivos. Lucas no quiso hacerlo por 'perder' territorio regional cuando el conflicto de Treviño»
Dentro de unas semanas se van a cumplir 22 años de una reunión, en su momento trascendental, y que vista ahora, desde la distancia del calendario, recubre la revisión de la hemeroteca con una pátina no exenta de nostalgia. El 30 de marzo de 1998, Juan José Lucas reunió en su despacho de presidente de la Junta a representantes de todos los grupos parlamentarios para buscar una respuesta común, de las llamadas 'De comunidad', a las exigencias vascas de un referéndum sobe Treviño, con el fin de saber si la población del enclave burgalés en Álava quería pasar a depender a todos los efectos del País Vasco. Acudieron a aquella reunión de Lucas históricos (hoy) de la política regional: Juan Vicente Herrera (PP), Jesús Quijano y el ya fallecido Julián Simón de la Torre (PSOE), Antonio Herreros y Luis García Sanz (IU), Elena Pérez y José María Moral (Nueva Izquierda), el popular Isaías López Andueza, que era consejero de Presidencia, y hasta un padre de la Constitución, el también ya fallecido Gabriel Cisneros. Fue la víspera de un pleno extraordinario de las Cortes con el único punto en el orden del día de responder contra la petición de referéndum de Treviño. Aquella reunión en la Junta tuvo como corolario una frase de las que quedan en la memoria, pronunciada por Lucas: «No quiero pasar a la historia como el presidente que cedió territorio de Castilla y León».
Salvando las distancias temática y temporal, la pregunta que podría hacerse ahora con este plan sanitario de Ciudadanos, que el PP asume sin rechistar, sería: ¿Querrá pasar a la historia Mañueco como el presidente que dejó a los pueblos pequeños sin médico? No se cerrarán consultorios rurales, se hartan a repetir desde la Junta. Claro que no los van a cerrar, ¡pero porque no pueden!: la casi totalidad de los consultorios de pueblos pequeños son propiedad municipal; los ayuntamientos se encargan de tenerlos en perfecto orden de revista para que se pase consulta médica y de enfermería y pagan los gastos de mantenimiento y al alguacil para que abra a diario. La Junta lo que va a hacer es vaciarlos. No se cierra, no se cierra, no se cierra... Pero los vaciará de contenido y profesionales. Adiós consultorios médicos de los pueblos pequeños.
«Claro que la Junta no cerrará consultorios médicos en los pueblos, ¡pero porque no puede!: no son suyos los inmuebles. Por eso los vaciará de profesionales y equipos»
Y, mientras, el principal grupo de la oposición, el PSOE, ¿qué? Pues nada, una pequeñita protesta de sus líderes en un pueblo, mientras captan imágenes las televisiones y los fotógrafos de prensa, y a otra cosa. ¿Qué otra cosa? Los jerifaltes socialistas de la comunidad (en el supuesto de que los haya, ya que llaman de Ferraz y aquí se ponen firmes) están ocupados buscando a una dirigente que pueda ser delegada del Gobierno en Castilla yLeón. Quienes saben de esto aseguran que la actual delegada, la abulense Mercedes Martín, tiene muchas papeletas para no seguir; añaden que Luis Tudanca no quiere oír hablar de que vuelva al cargo la soriana Virginia Barcones, que le hizo sombra cuando fue la tercera autoridad regional; insisten en que, sea quien sea la nueva, tendrá que contar con el beneplácito del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, que para eso es el dirigente socialista de esta comunidad que mejor relación mantiene con Pedro Sánchez, a años luz en peso e intensidad de la de Tudanca (casi nula) y la del diputado vallisoletano Javier Izquierdo, por mucho que este vaya a ganar responsabilidades internas en la ejecutiva federal en esta etapa.
Mientras están en estas cuitas, mañana se presenta el plan experimental de consultorios médicos agrupados. Con esta oposición socialista, el Gobierno regional de PP y Ciudadanos puede hacer lo que quiera. Hasta pasar a la historia por dejar a centenares de pueblos pequeños sin consultorios médicos.
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