Pájaro en mano

El Ministerio de Agricultura y la Consejería del ramo en Castilla y León han ido de la mano para cercar al patógeno, confinar a los ejemplares y controlar así los brotes. No ha habido improvisación en las medidas y el esfuerzo de ambas administraciones, de diferente color político, ha permitido encauzar el entuerto.

Esta gestión impecable es posible incluso en plena campaña electoral. Cuando hay voluntad y el objetivo es resolver, todo es posible. Es lo que faltó para enfrentarse a una pandemia que no entendía de territorios ni de partidos. No se vio venir. Ni se comió ni se dejó comer y, lo que es aún peor, desveló la falta de mando y la pobreza colaborativa del presidente de las buenas noticias. Hoy, ante la gripe aviar no se percibe una actuación a vuela pluma, aquí todos los pollos tienen su cabeza aunque algunos la pierdan por el camino.