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Las llamas cercan una edificación agrícola en Tábara. Borja Suárez/Reuters
Oveja muerta

Oveja muerta

El óxido de los días ·

«Cuando muere un pastor muere el origen de la especie, un cuerpo de élite, el último de una estirpe milenaria que nos conecta con lo que somos, con lo atávico (...), alguien que nos recuerda la naturaleza de la que formamos parte»

José F. Peláez

Valladolid

Miércoles, 20 de julio 2022, 18:53

Todas las muertes son la misma y todas las campanas doblan por ti. Más allá de la retórica no hay grandes diferencias, porque todos somos lo mismo y, además, nada nos iguala tanto como el instante final. Porque hay un instante final, no es un ... modo de hablar, hay un último aliento después del cual todo se acaba. Y supongo que cuando ves que la muerte llega como un cuchillo oxidado, que esta vez no hay salida, milagros ni ángeles de la guarda, solo queda hacerse un ovillo, taparse la cabeza, llamar a tu madre y pedir a Dios que te perdone y sepa ser misericordioso. Ha muerto Victoriano Antón Ratón, pastor de Tábara. Lo ha hecho intentando salvar a sus ovejas de las llamas. Y eso es así porque un pastor nunca abandona a su rebaño. Es posible que la misericordia que le pedíamos a Dios le sea dada de inmediato porque si en algún lugar se entiende de buscar ovejas perdidas es en el propio Evangelio.

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