Óscar López, el resucitado
LA ESPITA ·
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LA ESPITA ·
La vuelta al primerísimo plano de la actualidad política del fallido secretario del PSOE de Castilla y León pone de manifiesto que Pedro Sánchez está peor de lo que aparenta«Ayudad a Óscar». Entre septiembre de 2008 y mayo de 2010, José Luis Rodríguez Zapatero, por entonces todopoderoso presidente del Gobierno y secretario federal del PSOE, aprovechaba hasta la más breve visita a Castilla yLeón para pedir a los empresarios que arropasen al ... secretario regional socialista. Con ello, el presidente leonés mostraba el cargo de conciencia que tenía por haber mandado a Castilla y León a Óscar López, hasta entonces diputado nacional y 'niño mimado' de José Blanco, omnipotente secretario de Organización. Ese «Ayudad a Óscar» que ZP repetía hasta a la puerta de las ermitas, buscaba que no fuese inmisericorde el revolcón que se intuía a su pupilo político en las elecciones autonómicas de 2011, en las que debería enfrentarse, en el territorio granero de votos del PP, a un Juan Vicente Herrera al que por entonces le iba la marcha política y marcaba en la culata de su revólver electoral las muescas de cada derrota que le infligía al PSOE en estas nueve provincias.
Simultáneamente, salía a la luz la gran patraña con la que Óscar López había aterrizado en Castilla y León. Madrileño disfrazado de segoviano, llegó a estas tierras diciendo que se había ofrecido voluntario (son legión quienes le escucharon decirlo) para tratar de desbancar al PP de la Junta de Castilla y León. No hizo falta mucho tiempo para demostrar que lo que en realidad había pasado es que le habían obligado sus superiores a 'comerse el marrón' de que el PSOE volviese a perder las elecciones en Castilla y León. A poco de hacerse con la secretaría federal socialista, ZP tomó la decisión 'salomónica' de mandar a dos de sus fieles correligionarios leoneses a dos secretarías socialistas relevantes: a Ángel Villalba, a la de Castilla y León; a Miguel Martínez, a la de León. Villalba no hizo sino que acumular derrotas ante el PP y Herrera. Y Martínez, lejos de aprovechar el tirón de un presidente del Gobierno de España de León, no llevó al PSOE provincial a las cotas que se esperaba. Tras perder por segunda vez contra Herrera, Villalba pidió que pasara de él ese caliz-potro de tortura y ZP vio en el madrileño disfrazado de segoviano Óscar López la solución a sus problemas.
En mayo de 2011, Herrera le dio un revolcón electoral a López de tal calibre que a este se le quitaron las pocas ganas que le quedaban de seguir al frente del PSOE castellano y leonés. Hasta entonces, y desde 2008, López había ido sembrando su estela de enemigos porque ninguneó a todo el que pudo: dentro del partido, al tratar a los suyos poco menos que de pueblerinos por no haber sido capaces hasta entonces de ganar al PP; fuera, porque desde periodistas a empresarios, pasando por sindicalistas y científicos, miraba a todo el mundo por encima del hombro, y no precisamente por ser alto. Sonoro fue el plantón que le dieron Ángel Hernández, 'Gelo', (CCOO) y Agustín Prieto (UGT) en la presentación del programa socialista autonómico. ¡Cómo no se habría portado de mal con los sindicatos para que le diesen semejante plantón!
Aquel eslogan de 'Despierta a la Junta', que puso hasta en tazas de agua, resume a la perfección cuán sobrado se movió por estas tierras y cuánto ninguneó a quiénes habían luchado por mantener el PSOE incluso en los peores tiempos de la agonía del felipismo. López vio los cielos abiertos para largarse de Castilla yLeón –y eso que nunca fijó su residencia en esta región– en el congreso socialista de Sevilla 2012, en el que Alfredo Pérez Rubalcaba le nombró secretario de Organización. El escaño del Senado en representación de la comunidad autónoma le permitió bastantes años aparentar una vinculación con estas tierras que nunca sintió.
Este sábado, Pedro Sánchez decretó la resurrección política de Óscar López. Lo sacó de ese retiro dorado que es la Presidencia de Paradores y lo ha sentado en la sala de máquinas de La Moncloa. El presidente del Gobierno tiene que ver las cosas peor de lo que están y él estar peor de lo que se ven las cosas si la fontanería del autodenominado 'Gobierno de la recuperación' (hay que estar alejado de la calle para semejante nombre) se la encarga al fallido secretario socialista de Castilla y León. Pero mientras el presidente se dedica a lanzar fuegos de artificio, el recibo de la luz no deja de subir, llenar el depósito de combustible es cada semana más caro, la parte comunista del Gobierno se lanza a hostigar a los ganaderos con su campaña anticarne... Y en Castilla y León, seguro que el secretario regional socialista, que no líder, Luis Tudanca, se dedica todo el mes a jalear las supuestas bondades de los cambios ministeriales. Tudanca, que había bajado la maleta del altillo por si acaso le llamaban... Ahora, a esperar a los segundos escalones. Por si suena la gaita.
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