Olor a alcanfor
LA ESPITA ·
El rocambolesco proceso de busca y captura para encontrar un candidato del PP a la Alcaldía de Valladolid, además de mostrar sus divisiones, obliga a preguntarse qué hace Mañueco... ¡con lo mucho que se juega!LA ESPITA ·
El rocambolesco proceso de busca y captura para encontrar un candidato del PP a la Alcaldía de Valladolid, además de mostrar sus divisiones, obliga a preguntarse qué hace Mañueco... ¡con lo mucho que se juega!Levantar la tapa de algunos baúles y abrir cajones de una cómoda provocaba antiguamente un fuerte olor a alcanfor, sustancia que abuelas y madres, hasta no hace muchos años, usaban con frecuencia para repeler la polilla. Ya se sabe qué huella dejan estos insectos: agujeros ... en la ropa y los paños. Y se adivina si una prenda ha estado guardada mucho tiempo por el olor (a veces, hedor) a alcanfor.
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Un penetrante olor a alcanfor emiten instancias del PP en Castilla y León, especialmente algunas estructuras provinciales, desde que han empezado a confeccionar listas para las municipales de mayo. El PP de Alfonso Fernández Mañueco llega al tope de los topes marcados por el clan de Santiago (los dirigentes que han acompañado a Madrid a Alberto Núñez Feijóo) para confeccionar las listas de las capitales sin todos los deberes hechos. Las miradas están puestas en Valladolid, ciudad cuya Alcaldía es la madre de todas las alcaldías de la comunidad.
El PP vallisoletano está sin candidato en la capital y lleva todo 2022, que se dice pronto, ora dando tumbos, ora zascandileando, haciendo ver que le sobran aspirantes y que el 'casting' es complicadísimo dada la enorme cifra de pretendientes (sic). Extendieron después de verano desde el PP el mensaje de que habían hecho una encuesta para ver las preferencias de sus votantes. Nadie enseñó el resultado ni la muestra, pero se la tragó la tierra cuando Pilar del Olmo –a la que no pueden ver ni en pintura los mandamases populares en esta región, empezando por el presidente y siguiendo por Jesús Julio Carnero–, le asestó un golpe en el mentón a este indisimulado aspirante a plenipotenciario del presidente. Aquella encuesta decía que por encima de todos ganaba Carnero; ¡El mejor valorado!, ¡El más conocido!, extendían sus corifeos, que para eso se juegan el pan en puestos muy bien remunerados en la Junta de Castilla yLeón. Y después de Carnero, el resto: Mercedes Cantalapiedra, casadista; Eduardo Carazo... Pilar del Olmo, con una lógica aplastante, no se cortó: si el más alto y el más guapo para los votantes populares es Carnero, que sea el candidato a la Alcaldía. Acostumbrado a que le garanticen el puesto sin que unas urnas le puedan tumbar (secretario general, presidente de Diputación, procurador, consejero), ¿Carnero candidato a alcalde? ¿Y arriesgarse a que el socialista Óscar Puente lo gane? ¡Já!, se oye a los corifeos carneristas.
En estas, y entre idas y venidas al merendero privado a orillas del Sequillo propiedad de un empresario, donde se decide la estrategia del PP vallisoletano, se cayó del cartel Cantalapiedra por su adhesión a Pablo Casado y García Egea y, por tanto, contra Mañueco y Carnero. Pusieron en su lugar al ora madrileño, ora pucelano Ignacio Tremiño, que fue edil en Valladolid pero que en cuanto pudo irse a la capital de España se olvidó del Pisuerga. Ahora han jugado, no se sabe muy bien aún apadrinado por quién, con el nombre de un independiente, Javier Garicano; ojo, no confundir con el Garicano de Ciudadanos, Luis, también vallisoletano, a quien corteja Feijóo para acabar de sepultar lo que queda del partido de Inés Arrimadas.
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Lo de independientes para candidatos por los grandes partidos ha sido, es y seguirá siendo. Basta recordar el reciente caso, de éxito, del candidato socialista a la Alcaldía de Segovia en 2003, Pedro Arahuetes. Los populares, que, visto lo visto, salen a ver si se encuentran la Alcaldía de Valladolid en mayo y no a competir por ella, con Garicano –Javier, no Luis– buscarían de emular este episodio segoviano. Pero olvidan que Segovia 2003 no es Valladolid 2023. Y no quieren ver que el PP pucelano se quedó anclado en 2015, cuando la izquierda (no solo el PSOE) les arrebató el bastón de mando, que ostenta desde entonces el socialista Puente, a quien en ámbitos populares le profesan un odio enfermizo, que no les deja ver más allá de las limitaciones y divisiones, que hoy son muchas en este PP vallisoletano. Tantas que tan pronto te dicen que la candidata será Cantalapiedra, como que será Tremiño, como que un abogado independiente... ¿Cuál será el que se inventen esta semana? Para estar así, que contacten con la empresa que hizo el 'casting' de altos cargos de Vox en la Junta...
La pregunta, visto este sainete, parece lógica: ¿Qué hace Mañueco? ¿Por qué consiente estas zascandiladas, con lo mucho que se juega el PP en Valladolid? Mañueco con esta Alcaldía en mayo ganaría como barón ante Feijóo. ¿A qué se dedica entonces? ¡Ah! Claro, está centrado en los presupuestos de Castilla yLeón, que el día 23 le darán manos libres para dos años, ¡dos! Le faltan cinco días, solo cinco, para asir esos presupuestos. Pero, mientras, en determinadas instancias del PP regional y de los provinciales no deja de oler a alcanfor, fruto de una renovación de dirigentes que no ejecutó en su día Herrera, que a Mañueco no le dejaron hacer Casado y Egea y que, de momento, el salmantino no tiene entre sus urgencias. Imposible que no huela así con tanto dirigente 'veterano' que se niega a ser candidato del PP en Valladolid.
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