Olfato

Tengo un olfato especial para la lotería porque antes de que se sortee sé en que terminará el gordo. Aunque no soy aficionado a los juegos de azar, es inevitable que cuando llega el 22 de diciembre o el 6 de enero tenga en ... mi poder varios cientos de euros de uno de ellos, que invierto desde mediados de agosto hasta una hora antes de que empiece la rifa. Mi sistema es infalible: hago un montón con los décimos y participaciones acabados en cero, otro con los que terminan en uno y así sucesivamente. Viéndolos en su conjunto, aseguro, sin posibilidad de error, que el 'gordo' acabará en el que menos finalizaciones tenga. En el sorteo de hoy, por ejemplo, antes de que se pusieran en marcha los bombos, le dije a mi señora: este año El Niño acaba en dos.