Ofrenda de votos

De mi discurso en el altar mayor de la Dama de las Catedrales recuerdo que hablé de generosidad y pedí a la Virgen, que de eso se trataba, que nos ayudara a todos a ser más generosos. No tengo datos del balance de generosidad de los muchos asistentes en este año largo que ha transcurrido, pero en lo que a mí respecta he procurado cumplirlo aunque supongo que con fortuna desigual, que la tarea no es fácil.

En ese altar no estaba Pedro Sánchez, ni entre los oferentes se encontraban los políticos de los partidos que ahora se aprestan a realizar una ofrenda de su voto para la investidura. Si hubieran estado ya imagino el desfile en suelo catedralicio, con los regionalistas cántabros con anchoas; los de Teruel, con su jamón curado al frío de la España vacía; una de pulpo, los del BNG;butifarras, los catalanes y chacolí, los vascos; paella valenciana y mojo, los canarios.

Mientras, nosotros con los cochinillos, productos de la huerta y chorizo de Cantimpalos ubicados los últimos en la fila como un retrato eterno de la política española. Virgen, somos así de generosos.