La cultura, cuando es de verdad, nos ayuda a desprendernos de los atalajes de la política. O, cuanto menos, nos ayuda a aflojar esas correas mentales que aprisionan nuestro entendimiento y nos convierten en burros de carga al servicio de percepciones falsas o sesgadas. Hablar ... de cultura es hablar de lo artístico, de lo sagrado, de una visión sobre la realidad desposeída del afán de utilidad, más atenta a comprender que a juzgar, más empeñada en descubrir que en condenar, más dispuesta a jugar que a pelear. El arte es, o debe ser, un oasis donde la refriega cotidiana se suspenda para abrir la posibilidad de entender al otro, para reconsiderar las certezas al margen de esas miradas ajenas que nos exigen ser siempre 'coherentes', es decir 'inamovibles'.
Publicidad
El arte y la cultura son terrenos para la apertura, y así debe ser, siempre y cuando no olvidemos la sabia advertencia del físico estadounidense Richard Feynman, ganador del Premio Nobel: «Hay que tener la mente abierta. Pero no tanto como para que se te caiga el cerebro». Vivimos tiempos que pecan tanto por exceso como por defecto y la cultura puede ayudarnos a hallar un término medio sensato si sabemos relacionarnos con ella.
Por ello, es una buena noticia que los museos de Valladolid vuelvan a lanzar sus mensajes al viento. Tanto el de Escultura como el Patio Herreriano retoman estos días la actividad con ganas de dar salida a toda la energía reprimida por meses de limitaciones, cuando no de cierres. Es una buena noticia. La cultura es, como bien señalaba María Bolaños, un elemento esencial para el bienestar psíquico y emocional de las personas. Y más en tiempos de confrontación y tensiones extremadas.
Hay una literatura, un arte, un cine, un columnismo, que se ven a sí mismos como instrumentos para la continuación de la guerra política por otros medios. Y hay una literatura, un arte, un cine y un columnismo que intentan abrir espacios de reflexión y de debate con la suficiente apertura como para no obligar a nadie a comulgar con ruedas de molino. Es una buena noticia que la cultura vuelva, y que lo haga con ánimo de abrir horizontes, como ocurre con las exposiciones de nuestros museos.
Publicidad
Siempre es una gran noticia que haya un lugar adonde ir, que no todo sea fango, desprecio, y rechazo al disidente. Un lugar donde todavía resista una mínima exigencia de rigor al margen de los relatos inventados, o desquiciados, de unos y otros. Muchos están empeñados en destruir con sus intrusiones este mínimo oasis que nos queda, pero no debemos consentirlo. Entretanto, disfruten mientras puedan del placer de la libertad de pensamiento y sentimiento.
0,99€ primer mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.