Secciones
Servicios
Destacamos
Refuerzo de las lenguas autonómicas, nuevas asignaturas para explicar a los alumnos los 'verdaderos' valores democráticos, menos subvenciones para la escuela concertada, reducir el peso de la Religión y así podríamos seguir con la fabulosa lista de medidas que proponen la ministra Celaá y sus ... aliados para que por fin seamos un país con una ley educativa seria. Todos comprendemos que esos factores representan las palancas para que España deje de ostentar el mayor índice de repetidores y para que abandonemos el liderazgo en fracaso escolar.
Todos tranquilos. Saben lo que hacen. Y tanto que lo saben. Esto no va de la educación de nuestros hijos, mejorar los recursos de docentes o incrementar la participación de los padres en la comunidad educativa. Esto no va de mejorar el currículum o de reforzar los conocimientos. Eso ni se lo plantean. ¿Ideología? Sí, algo de eso hay, pero tampoco piensen que se despiertan cada mañana con el plan doctrinario del catecismo de izquierdas. Esto va de otra cosa mucho más mundana, simple y primaria: supervivencia política.
La educación, como cualquier otro elemento esencial del desarrollo del país (si es que hay alguno más importante), ha quedado postergada a la ecuación necesaria para contentar a quienes deciden poner y quitar presidentes. Ya lo explicaron los politólogos Bruce Bueno de Mesquita y Alastair Smith en 'El manual del buen dictador' cuando sentenciaron que «los líderes hacen todo lo que los mantiene en el poder. No les importa el interés nacional, ni siquiera sus súbditos, a menos que tengan que hacerlo». Pues eso.
Noticia Relacionada
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.