Misa de doce

«Ese día había diez misas por Franco en toda España, con lo que la probabilidad de ir a una era del 0,05%», aseguró Echenique después de que unos acreditados expertos en oficios religiosos por Franco realizaran un estudio concienzudo, que le hicieron llegar en primicia. Y la otra cara del Gobierno, la socialista, se dejó de posibilidades y preguntó directamente a Casado si «avala la dictadura» y si había «intención», no vaya a ser que la próxima vez quiera entrar bajo palio.

Ese mismo sábado 20-N se conmemoraba el día internacional de la memoria transexual, a uno de cuyos actos tenía el mismo porcentaje de probabilidades de asistir por azar que a una misa por Franco. Casado se empeñó en visitar la catedral con su mujer y sus hijos y quedarse al oficio, que así ya le valía y no tenía que ir el domingo, y le podía haber ocurrido que por esos caprichos de la casualidad y, sobre todo, porque alguien se lo hubiera encargado al sacerdote, la plegaria se hubiese elevado por las personas trans.

Quizá alguno de esos expertos elaboraría un informe con el título de todo es posible en Granada y en el PP, que pasa de Manolo Escobar a los trans con parada en Franco, y que concluiría con esta recomendación: Pablo la próxima ocasión vete a misa de doce y en domingo, como Dios manda.