Mira que está difícil la cosa

¡Pues nos vamos con los imaginativos!, nada de tirar de estantería de disfraces, ¡nos lo fabricamos! ¡Uff! No está al alcance de todos, que algunos tenemos menos idea de corte y confección que un residente de las cuevas de Atapuerca. Por supuesto, casi descartado los temas que indiquen sexismo en cualquiera de sus vertientes. Ojito con eso. ¡Me veo de Popeye otra vez! pero es que la tela, que es muy flexible, ya no da más de si y esto es Castilla, nada de hombros al aire o camisitas ligeras, que el relente no perdona aunque vistas de coronavirus. ¡No! de eso tampoco te puedes disfrazar, que no se te acercan ni los que van de médicos o de enfermeros. O nos lo tomamos más en serio esto de la broma, como en Cádiz, y se admite todo, o será cada vez más difícil.